10-Disculpas

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Erwin volvió observar el libro que tenía en sus manos. Aunque las palabras de Levi aun le carcomían bastante. No quería que el niño estuviera en peligro, pero le había parecido bueno enseñarle lo mismo que su padre le había enseñado.

Aunque si bien recordaba a su padre, siempre le había remarcado que se mantuviera en secreto, no había entendido en su tiempo porque tenían que ser cuidadosos.

"¿Quieres que mi mocoso termine en la cárcel?"

Erwin no quería eso, no quería que ese niño terminara en un mal lugar. Quería protegerlo, por supuesto que le tenía un cariño especial al chico. No era su hijo, y muchas veces tenía que recordar ese detalle.

En especial cuando el niño corría hacia él para saludarlo. Había tomado tiempo que el niño confiara en ellos.

Dolía mucho saber que algo malo le podía pasar si decía sus opiniones.

¿Así que de eso se trataba de ser un padre?

¿Era por eso por lo que su padre había dejado de contarle sus pensamientos? ¿Para poder protegerlo?

¿Estoy condenando a Jean al mismo destino que al tuyo?

—Te ves miserable—Erwin miró al frente, vio a Levi en la entrada de la puerta—... Lo siento.

—No, esta vez fue mi culpa—Erwin sonrió tristemente—No quería sobrepasar tu autoridad... Sé que quieres protegerlo.

—... Quiero que se quede dentro las murallas, Erwin—Levi hablo claro—quiero protegerlo, es mi hijo. Es la única familia que me queda. No se trata de autoridad... Solo no lo ilusiones con un mundo que no sabemos si es real—Erwin le gustó que Levi se incluyera en su sueño—Jean te quiere, el mocoso te admira, claramente va a tomar lo que dijiste hoy. Por lo tanto, solo ...No lo guías a tu sueño... Solo enséñele, y deja que él decida que va a hacer en su futuro.

—¿Aún me quieres a tu lado para criar a Jean? —Levi le bufó, pero termino sonriendo. Erwin notó que Levi se sonrojó, pero apartó la mirada.

—No pensaría en otra persona para criar a Jean—Erwin se sonrojó también, ambos se quedaron en silencio.

Hasta que Jean entro sin tocar, miró hacia el frente con el ceño fruncido.

—¿Por qué están rojos como idiotas? —Jean preguntó viéndolos a los dos.

Erwin carraspeo intentando calmarse, últimamente él y Levi tenían bastante coqueteo, era claro que ambos tenían sentimientos por ellos. Pero había decidido no comentar nada. Ya que Jean aún era pequeño no parecía entender.

—¿Sucede algo Jean? —Jean bufó y apunto a la estantería uno de sus libros—quieres un libro.

—Quiero ese de los dibujos raros.

—... Solo si prometes mantenerlo en secreto—Jean lo miró con duda, Erwin se levantó. Para llegar donde Jean, y bajar a su altura. El chico lo miró fijamente—¿Puedo cargarte?

—Solo si me muestras el libro—Erwin se rio, ciertamente Jean era hijo de Levi.

Erwin cargo a Jean y el niño puso sus brazos en su cuello. Mientras se acercaba hasta la estantería para sacar el libro. Jean aún era pequeño, según Levi sacando cuentas, Jean debería estar por cumplir los 6 años, pero aún era tan pequeño que parecía un niño de 3 años, pero tenía un buen vocabulario gracias a Mike (exceptuando las palabrotas).

Jean ciertamente no se comportaba como un niño. El chico parecía entender a su alrededor más fácil. La desconfianza era un hecho en su vida. El chico primero te analizaba antes de confiar en ti. Era inteligente, era claro tenía que serlo en el subterráneo.

—Recuerdas la historia que te conté—Jean asintió.

—Que puede haber humanos afuera. Que no somos los únicos aquí—Erwin asintió.

—Aquí dentro... Puede que haya personas que no quieran que pienses en eso—Jean frunció el ceño—pueden tomar represalias si divulgas ese tipo de información.

—... ¿Entonces debo fingir que no sé nada? —Jean pregunto. Levi se acercó—Para... ¿Protegerme?

—Sí. Puede ser peligroso... Ese tipo de pensamientos—Levi aportó. Jean frunció el ceño más—mantente protegido.

Jean observó el libro en sus manos, parecía curioso con un brillo, como también parecía en duda y dejarlo caer. Erwin sabía que el chico estaba tomando una decisión, entre dejar la curiosidad humana a sobrevivir y protegerse.

—Si... Finjo que odio a los exploradores, nadie pensaría que tengo ese tipo de pensamientos—Levi y Erwin miraron con duda al chico—Moblit dijo que se empiezan a reclutar a los 12 años... La mayoría de los chicos pensarían alguien talentoso se iría... Donde nada malo pasaría.

—Puedes pulirlo más adelante—Levi hablo con calma.

Jean abrió el libro. Pero levantó la cabeza

—¿Puedo remarcarlo con tinta? — Erwin palideció y estaba seguro, porque Levi se rio de su cara.

—... Prefería que dibujaras en una hoja, y pintaras ahí.

—Aburrido—Jean volvió a su libro.

Erwin quizás no había puesto mucho enfatizas a Jean que debía tenerle respeto, aunque si lo pensaba Jean ni siquiera le tenía miedo a Levi.

Podría ser peor, podría decir cosas groseras hacia mí.

Erwin había dejado a Jean en el suelo, el chico se fue marchando hasta la salida para detenerse en seco y darse la vuelta.

—¿Si tengo dos papás, como tengo que diferenciarlos?

Tanto como Levi y él estaban seguros de que estaban rojos. Jean los miró a los dos y le rodó los ojos. Para salir afuera de la oficina.

Parecía que el niño no estaba aguantando sus indecisiones.

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Brillo en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora