Brillo en la oscuridad

46.Intintos.

Jean POV.

Mikasa le contaba sobre qué harían y tomaban desayuno, Jean se preguntó si era bueno haber decidido quedarse con Mikasa.

La agradaba la niña. Le gustaba que fuera respetosa y amable, como también siempre estaba hablando con él.

Era diferente Armin y Eren.

Ya que con Armin sentía la necesidad de empujar al chico a defenderse y ser más fuerte.

Con Eren sentía la necesidad innata de pelear por cualquier cosa que digiere el idiota, pero aun así apreciaba su amistada. Algo nunca se lo diría.

Pero con Mikasa era diferente, su papá siempre le decía que fuera amable y delicado, que Mikasa no estaba acostumbrada a amistades bruscas.

Por lo que muchas veces dejaba que Mikasa lo guiara a jugar cuando pasaban tiempo en la casa de los señores Ackerman.

Sus juegos siempre eran ver el huerto, o cocer ropa, como también paseaban por el bosque. Jean habia aprendido que no necesitaba gritar para hacerse notar, Mikasa no gritaba.

No se aburría, pero...Todo era tranquilidad.

—Ven aquí cielo, tengo que remarcar tu mano—Mikasa se bebió lo último que tenía en su taza, asintió para ir con su madre—Avísame si se hace insoportable el dolor.

Jean miro con duda, cuando su amiga entrego su mano con confianza a su madre, la señora Tetsu empezó marcar un dibujo en su mano.

—¿Qué es eso? —Jean pregunto curioso.

El señor Henri se sentó a su lado para sonreírle.

—Es un secreto—La mamá de Mikasa le contesto con una sonrisa amable—Por lo que no tientes que contarle a nadie, excepto a tu padre—Ella parecía relajada, pero firme—Se lo pensaba contar eventualmente, pero nadie más debe saberlo.

—Está bien, soy bueno guardando secreto—Jean dijo seguro de sí mismo. Jean era tan bueno en eso que ya ni siquiera recordaba porque no tenía que hablar sobre Kenny.

—Por supuesto que si—Señor Henri desordeno su pelo—Pero deberías ser consciente de que es un secreto muy importante.

—Sabes que soy diferente a ti verdad—Jean la miro sin entender, era una mujer eso es una diferencia—Mis rasgos son diferentes al resto. Soy más blanca y mis rasgos no son iguales a los de las murallas. Eso es por soy de otro tipo de raza, al igual que Mikasa—Jean miro a Mikasa.

Habia notado que su amiga era...Bonita, tenía un cabello brillante y negro, pero también habia notado rasgos diferente, Jean no le importo.

Ella era Mikasa.

—Mi raza es asiática, dentro de mi familia para distinguirnos tenemos un escudo de familia—Jean asintió.

—Algo como un rey—el señor Henri aporto—La familia de Tetsu, para no perder sus raíces tienen un escudo familiar. Supongo que hace años decidieron marcarlo en su piel, a la espera de que alguna vez sean reconocida.

—¿Como sabre cuando tenga mostrarlo? —Mikasa habla sorprendida—a quien se lo mostrare si es secreto.

—Lo sabrás cuando sea el momento oportuno—La madre de Mikasa sonrió tranquilidad—Pero mientras tanto solo la familia debe saberlo, y debes pasar este símbolo a tus hijos.

—Ho, está bien—Mikasa era muy obediente, Jean ya hubiera tenido muchas preguntas. —¿Cómo se tienen los bebes? —La madre de Mikasa, no perdió su sonrisa. Pero lucia nerviosa y le dio una sonrisa a su esposo.

—No sé...Pregúntaselo a tu padre—El padre Mikasa habia agarrado un fuente de papas para pelarlas, se sobresalto cuando la mirada de Mikasa estaba en él.

—Yo tampoco lo sé muy bien. —Dijo riéndose tontamente, y su voz sonaba nervioso—El doctor Yeager vendrá pronto. Podemos preguntárselo a él.

La madre de Mikasa miro hacia otro lado y se rio disimuladamente.

Le pareció un poco sorprendente que un adulto no supiera. Jean ya se lo habían explicado, su tía fue muy explicita y su padre Erwin lo confirmo diciéndole cosas de su cuerpo.

Estaba apunto contarle a Mikasa, cuando Jean escucho la puerta siendo tocado. Miro con cautela la puerta, era un lugar tranquilo, pero no significaba que Jean no debería estar alerta. Su papá estaba alerta, incluso en los lugares más tranquilo del castillo.

Incluso Jean habia encontrado a su papá durmiendo en una silla.

Se pregunto si el señor Henri recordaría la advertencia de su papá. Miro al hombre que sonrió divertido al ver la puerta.

—¿Quién es? —Jean noto el toque burlo y divertido del señor Henri...

Una pequeña punzada lo hizo saltar hacia atrás, su corazón empezó latir con fuerza, como preparándose para una escape enseguida. Actuó casi por instinto tomando la mano de Mikasa y arrastrándola lejos de la mesa.

La señora Ackerman parecía sorprendida, cuando noto que su hija habia sido arrastrada lejos de su lado.

Jean no le gusto la sensación, mucho menos, cuando el silencio fue lo que recibió de respuesta.

Tanto el señor Henri y la señora Tetsu, parecían preocupados...

—Jean y Mikasa, podrían ir al cuarto, —el hombre dijo intentando sonar relajado.

Asintió sintiéndose, aliviando mientras llevaba a una Mikasa que miraba hacia atrás, antes que desaparecida por el cuarto, noto que el señor Henri tomo el cuchillo que habia estado a punto de ocupar para pelar papas.

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Hola, es un capitulo corto. Pero un rato mas voy publicar otro.

Dejen sus votos, ya que eso me motiva.

Nos estamos leyendo.