Brillo en la oscuridad

18.-Desconfianza.

Tanto él y Armin habían llegado a la casa, casi al mismo tiempo que el señor Arlert que venía desde su término de trabajo, saludo a los niños con el rostro cansado, pero aun sin perder la amabilidad que tenía.

Jean había dejado la leña guardada, también llevo la de Armin para que el niño no se lastimara.

—¿Cómo estuvo su día, niños? —el hombre dijo con una voz cálida, pero lucia agotado.

—Estuvo bien abuelo—Armin dijo con una sonrisa. Después miró a Jean—Jean trajo mucha leña, incluso la levantó él solo.

—Vaya—el señor Arlert miró lo que había traído Jean, era una cantidad bastante abundante para un niño que no debería tener más de 5 años. —¿No te sobre esforzaste? ¿Verdad Jean?

—No—Jean negó algo fastidiado, Petra siempre le decía que no debía hacer el trabajo él solo.

Últimamente su papá parecía que también ya no le dejaba hacer cosas como antes.

Erwin dijo que eres un niño, no deberías hacer esto.

Era menos trabajo, claro, Jean estaba muy agradecido que no tuviera que pelear por la comida o porque tuviera que hacer trabajos forzados como antes. Incluso se le había prohibido robar, porque ya no lo necesitaba.

Incluso si aún no lo entendía del todo, porque sentía que era necesario. Su nuevo padre fue muy severo en repetirle que él no tenía que hacer esto de nuevo.

¿Entonces, él había sido un mal niño por robar?

Pero su nuevo padre, dejo claro que no era así. Que era normal que hubiera buscado algo para sobrevivir. Pero que ahora no era necesario porque él y Levi le darían todo lo que necesitara, incluso si a veces se les dificultaba. Le dejó claro que nunca le faltaría la comida de nuevo.

Al principio no le había creído. Pero papá Levi siempre tomaba su mano cuando salían al pueblo y Moblit siempre le decía que no faltaba nada en el castillo. Su nuevo padre siempre decía que robar era malo, la única manera de aceptar un hurto era porque se necesitara.

Jean no lo necesita ahora... Incluso si se sentía muy incómodo dejando pasar las posibilidades de tener más.

Pero ese no era el problema ahora...

El problema era... A veces sentía que tenía demasiadas cosas... Y que no las merecía. Había aprendido a pelear por cualquier cosa que necesitara... Por lo que ahora, cada vez que su papá compraba dulces (Que sabía que eran caros y era un lujo que solo podían darse cada 2 meses o más) o ropa nueva.

Jean sentía que no hacia lo suficiente para merecer esas cosas bonitas.

Si su papá ya no le dejaba trabajar como antes, ni siquiera le dejaba entrar leña a la cocina para ayudar, tampoco podía trabajar para pagarle algo a su papá...

¿Entonces que se suponía que hiciera para pagar lo que su papá hacía por él?

Su papá siempre lo miraba con una expresión de tristeza, cuando preguntaba que tenía que hacer hoy para merecer comida. No le respondía nada, solo le decía que fuera por ahí molestar a alguien... Eso no sonaba como un trabajo.

Ir al laboratorio de la tía Hange y Moblit para pedir hojas, o ir a la oficina de padre para pedir un libro, no sonaba como un trabajo.

Tampoco que Mike le enseñara a leer. Aun que su padre dejo remarcado que esa era su obligación...

Tampoco le sonaba como una obligación o un trabajo... Sentía que perdía el tiempo.

—Puedo hacerlo, no soy un inútil—Jean dijo algo molesto.