INOLVIDABLE I (Completo)

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•MÍO•

ASHLEY

No pude dormir, todas las cosas que pasaron ayer me dieron mil vueltas en la cabeza, de verdad espero que Sergio les pida volver a casa. A pesar de que Dean trata de recompensar su error al decir algo que no debía, no podemos aprovecharnos, hay otras propiedades de Sergio pero dijo Hugo que lo mejor es que no fuéramos a ninguna de ellas.

Hugo y Steven ya se fueron a la escuela, Dean todavía no baja pero supongo no tardará en irse también. Maggie me trae un café y otras cosas más para desayunar.

—Siéntate a desayunar conmigo —la invito—. Dean todavía no baja.

—No, gracias, aún tengo trabajo que hacer. 

—Anda, Maggie.

—¿Sabe? Por su culpa, Dean casi me echa.

Alzo las cejas, sonrío, le señalo la silla.

—No me digas… por favor siéntate y cuéntame.

Ella se sienta, mira alrededor para verificar no está Dean.

—Como verá… 

—No soy una anciana como para que me hables de “Usted”

Pone los ojos en blanco. No se me hace justo que con el animal dueño de esta casa tenga tanta confianza de llamarlo por su nombre y conmigo no.

—Me hiciste prometer que no diría que viniste aquí —susurra—, así fue, entonces cuando se enteró de que vino y yo no le dije nada, se puso furioso, si no fuera porque le recordé su orden respecto a que puedes hacer lo que quieras y que yo te lo prometí, lo más seguro es que ya no estuviera aquí.

—Lo siento mucho, no era mi intención.

—No te preocupes, el hombre no podría vivir sin mí —la miro entrecerrando los ojos—. Nunca sabe dónde deja las cosas, es muy despistado y ahí estoy yo… «Dean, lo tienes en la mano» «Dean, tienes la camiseta al revés»
«Dean, ese no es control de la tele»
«Dean, esa es la sal» 

Alguien se aclara la garganta, Maggie se sobresalta y se levanta.

—Ya veo que hiciste una amiga, Maggie.

—Dean, traes pasta de dientes bajo el labio inferior.

Dean se pasa la mano en dicho lugar y yo me río sin poder evitarlo.

—Le estaba diciendo que se siente a desayunar con nosotros y no quiere —la acuso.

—No es correcto —se defiende la chica.

—Lo llamas por su nombre, así que no me digas que no es correcto.

—Es por llevarle la contraria, cuando me contrató, me dijo así muy dramático: “Ahora me llamarás Lord Sousa”.

Suelto una carcajada al imaginarlo.

—No es en serio —respondo.

—Patético, ¿cierto?

—Bueno ya, si mi mujer no tiene problema entonces yo tampoco —habla Dean.

—Yo no soy tu mujer —le recuerdo.

—Me refiero a Maggie —la chica se sonroja, alzo los hombros y miro en otra dirección—. No te enojes —se acerca y me da un beso en la mejilla—, obvio hablo de tí.

—Que bueno que lo aclaras, estaba con el pendiente —digo con sarcasmo.

Maggie acepta sentarse con nosotros, yo trato de evitar ver la linda cara del traidor, al terminar Dean se va, tomo mi bolso y me dirijo al bar de Ben para encontrarme con Liam, hace un par de días salí con él y la verdad me agrada su compañía, no hemos hablado nada acerca del beso, ni tampoco lo que pasó con Dean fuera del club, mucho menos lo he hablado con Dean, creo que ambos nos sentimos avergonzados por la manera en que actuamos.