INOLVIDABLE I (Completo)

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•UNA RAZÓN•

NARRADOR

Ashley despertó con un fuerte dolor de cabeza, la luz que traspasaba las cortinas le lastimó los ojos, sin embargo los abrió y notó que estaba en su habitación, no recordaba como había llegado ahí. Lo último que recordaba era que había bailado con aquel tipo intenso.

Allen se estacionó fuera de la hermosa casa de Sergio, tocó el timbre, no faltaba mucho para que llevaran a su amada al centro de rehabilitación, pronto pudo pasar, todos esperaron en la sala de estar a excepción de Emeraude, quien se hizo presente en la habitación de Ashley.

—Mi amor, levántate y arréglate, saldremos.

—¿A dónde? —preguntó con la cabeza palpitando.

—Ya lo verás, puedes ponerte algo cómodo.

—No quiero ir, me duele la cabeza...

—Por favor, haz un esfuerzo. ¿Sí?

Ashley notó algo diferente en la voz de Emeraude, tristeza o tal vez cansancio, no estaba segura.

—¿Estás bien, Eme?

Emeraude trató de no llorar ahí mismo, no querían ponerla sobre aviso o haría cualquier cosa para que no se la lleven.

—Si, no te preocupes.

La mujer volvió a la sala, Ashley duras penas se pudo levantar y tomar una ducha, se le hizo raro que Sergio no estuviera dándole un sermón sobre el alcohol, supuso que tuvo que haberla visto llegar. Se puso unos jeans de mezclilla, una camiseta blanca y una sudadera color lila e tenis del mismo color.

Tan pronto bajó las escaleras los vió a todos reunidos, se sorprendió al ver a Allen, se apresuró a acercarse.

—¿Qué sucede?

—Hemos decido darle una oportunidad a Allen —le informó Sergio.

—No entiendo...

—Creí que Dean era buen muchacho pero ahora veo que no es así, a veces podemos juzgar mal por eso quiero darle la oportunidad aunque ya no estén juntos.

Ashley no estaba del todo convencida, no tuvo otra opción más que aceptar. Steven por dentro estaba roto, sus hermanos mayores casi siempre habían sido perfectos, después de Alison, él era la segunda oveja negra, y nunca se sintió tan cercano a Hugo y Karol, hasta que llegó otro desastre a su casa, fue difícil para él aceptarla pero al final se convirtió en una parte esencial en su vida, sin embargo, todos la vieron la noche anterior y todos sabían que era lo mejor, así que ésta vez nadie se opuso.

Sergio le pidió que abordara el auto con Allen, le dijo que él y los demás irían detrás de ellos, no puso resistencia y lo hizo. Comenzaron el camino sobre la carretera, en la camioneta de Sergio solo iban él y Emeraude, sus hermanos no querían presenciar el sufrimiento de su hermana cuando fuera internada por la fuerza.

—¿A dónde iremos? —le preguntó a Allen al ver que toman un rumbo donde solo había árboles y un camino solitario.

—Es una sorpresa.

Minutos más tarde las puertas del centro de rehabilitación se abrieron, Allen aceleró lo más rápido que pudo, lo que alarmó a Ashley, lo miró con furia al ver el gran letrero en el edificio gris y triste.

CENTRO RECREATIVO Y DE REHABILITACIÓN SOCIAL.

—¿Qué está pasando?

—Cariño, es por tu bien, lo digo en serio.