INOLVIDABLE I (Completo)

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•NUEVO COMIENZO•

ASHLEY

Siempre creí que las personas que hacían el mal se sentían bien después de hacer de las suyas, desgraciadamente, ese no es mi caso, incluso me siento peor, me dejé llevar por el dolor y el coraje, como dije, ahora me siento peor, no es por mi madre y mi hermana, realmente ni siquiera me importa lo mal que están hablando de las tres, recordé lo que Milton me dijo sobre que ya no era la misma persona que él conoció.

Antes tenía una gran admiración por mi madre a pesar de la forma en que me trataba, me esmeré tanto en ser como ella que lo único que logré fue destruirme a mi misma de todas las formas posibles. Extraño a la Ashley que le gustaba salir al balcón de su habitación y ver las estrellas brillar, porque esa Ashley a pesar de todo amaba la vida, se sentía bien con ella misma, tenía un corazón noble y quería ayudar a todo el mundo, pero lo cierto, es que no podía salvarse de la autodestrucción, aquella Ashley no habría hecho lo que hice ayer por más dolida que estuviera.

Ahora entiendo muchas cosas que nadie me explicó cuando era pequeña y tomé personales, aún así hay otras que todavía queman mi pecho, todavía hay tantas que me hacen sentir débil y tonta, no sé cómo hacer para volver a ser esa niña que amaba y perdonaba aún con todo lo malo a su alrededor.

No he parado de llorar, veo que Sarah ya no sabe que hacer, me pone peor, Sam se sienta a mi lado para abrazarme.

—Llora todo lo que quieras, una vez que subamos al avión dejarás todo aquí, porque quiero a una Ashley nueva, tú eres más que esto, mereces más que esto y nadie te lo dará porque eres tú quien debe soltar y sanar por decisión propia, llorar no será de ayuda. ¿De acuerdo, Ash?

Asiento y me da un beso en la sien, lo abrazo. Las noticias llaman mi atención cuando mencionan a Dayana, hubo un disturbio cerca del lugar donde mi madre tiene una de sus tiendas aquí en Nueva York, otras tiendas más también sufrieron daños, no obstante, la de Dayana tubo pérdidas de más de tres millones de dólares.

Pasan fotos y vídeos de cómo quedó todo, me acerco más a la tele…

Trago grueso.

En las puertas de cristal tiene pintado con aerosol una enorme “J”. Sé perfectamente quién lo hizo, lo que me confirma que está tras mis pasos. Me siento mal por los dueños de las otras tiendas porque eso solo es una respuesta en venganza. Sé que en la oscuridad de las sombras hay alguien que me cuida, pero solo con una intención, que vuelva.

Dean viene a nuestra habitación, toma asiento a mi lado, nos quedamos en silencio, cambio el canal de televisión dejándolo en un programa de espectáculos cuando veo que están pasando fotos de mi madre, mi hermana y yo. El título en la pantalla dice: Problemas en el paraíso, madre e hija en guerra.

—¿Cómo es posible que hable de su madre de esa manera? —pregunta uno de los presentadores.

—Pues es algo que sinceramente esperaba que hiciera y creo que merece defenderse —comenta otra presentadora—, porque eso es lo que está haciendo, ella se está defendiendo, está diciendo cómo fueron las cosas, no olvidemos que Dayana ha estado envuelta en muchos conflictos y polémicas.

—Realmente no dijo malas palabras —tercia otra mujer—, además, cómo se explica que Dayana dijo que su hija Dominik estaba en rehabilitación cuando la chica comprobó que eso no era verdad y que fué la misma Dayana quien la echó de su casa.

—Si pero también hemos podido ver que ella ha estado visitando clubs nocturnos haciendo quién sabe qué a parte de beber alcohol. La diseñadora dijo que era una drogadicta, por supuesto Dominik lo negó, sin embargo, ese tipo de lugares se acostumbra vender sustancias ilícitas.