INOLVIDABLE I (Completo)

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•!ERES TÚ!•

ASHLEY

—¿Qué dicen tus padres? —me pregunta Kate.

Dejo escapar un largo suspiro mientras apoyo mi mentón en mi puño.

—No se lo hemos dicho, hace tres días fuimos a hablar con la chica, ella accedió pero mi hermano y yo decidimos esperar el momento indicado, cuando lo sepan van a matarnos, incluso mi hermano cree que podrían echarlo de la casa.

—Yo tenía quince años cuando me embaracé de mi primer hijo, mi padre tenía una empresa muy conocida en Colombia que se dedicaba a la elaboración de licores, cuando él lo supo me dijo que era una vergüenza, que había deshonrado nuestra casa y familia, así que me echó, fui precavida y antes de decirlo guardé todo el dinero que pude, solo me alcanzó para pagar el boleto de avión y pasar tres semanas en un hotel,  también estuve muy aterrada, no sabía que iba a hacer con un bebé, sin dinero, familia, trabajo, una casa, al poco tiempo el padre de mis hijos consiguió trabajo, apenas podíamos sobrevivir, y cuando me embaracé de Irina él simplemente se fue, pero me motivó a querer salir adelante, sabía que no sería fácil.

«Trabajé en restaurantes, cines, lo que encontré, en mis tiempos libres que eran muy pocos, me dediqué a aprender a maquillar, cortar el cabello, manicure, después trabajé en un salón de belleza, no hubo un momento en el que descansara, sin embargo a mis hijos nunca les faltó nada y ahora es gracias a mi hijo es que tengo mi propio salón de belleza»

—Estoy muy orgullosa de ti, Kate, —le digo con sinceridad—, eres una mujer tan fuerte,  mi hermano no sabe si él será capaz de darle a su hijo todo el amor y cariño que una madre da.

—Gracias, eres un amor, creo que sí podrá dar lo que una madre da puesto que él está sacrificando sus comodidades, su vida entera porque una vez que tienes un hijo tendrás que cuidar de él toda la vida, tú hermano parece que es un buen chico, también podrá ser un buen padre.

Una llama de orgullo se enciende en mi corazón, claro que es un buen chico, algo idiota pero buen chico.

—Vaya, yo que creía que los hombres eran unos egoístas que solo pensaban en sí mismos —gruñe Irina.

—Si, torpes hombres —le doy la razón.

La puerta detrás de mi se abre haciendo un ¡Clic!. Y Kate se levanta. Saboreo el delicioso café que Kate me hizo.

—Hola, no sabía que vendrías, ven quiero presentarte a alguien.

Giro mi cabeza para ver de quién se trata.

—¿Ashley?

—¿Dean?

Mi corazoncito da brincos de alegría al verlo.

—¿Qué haces aquí? —preguntamos al mismo tiempo.

—Creí que me odiabas y ahora me sigues.

Me levanto del sofá para acercarme a ambos.

—Yo dije que no te necesito más no que te odio. ¿Seguirte? ¿Yo? Pff brincos dieras, creo que es al revés, yo vine a tomar un café con mis nuevas amigas.

—No te seguiría y además creo que es muy común que los hijos visiten a sus madres.

Abro mucho los ojos y me giro hacia Kate.

—¿Kate, esta cosa sin dignidad es tu hijo? —cuestiono totalmente incrédula.

—¡Oye! —exclama Dean.

La mujer intenta ocultar una sonrisita.

—Veo que ya se conocen —responde Kate.

—¿Tu eres la hija de Sergio Díaz? —de pronto pregunta Irina.