INOLVIDABLE I (Completo)

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•LIARS•

DEAN

Despertar al lado de mi futura mujer es una sensación magnífica, ella es mi complemento y es lo único que quiero

Respiro el dulce olor de su piel y su cabello, ahora es totalmente mía, siempre lo será porque ya lo aceptó.

Por ello tuve que pedirle que terminara su relación con Allen y aunque tardó unos minutos en pensarlo, ella accedió.

Enciendo mi teléfono, con tantas cosas me ha sido difícil mantener el sueño, checo los mensajes que tengo, muchos son de mi abogado y mi nueva manager, Lilí, ella me convoca a una reunión urgente, acuerdo la hora, entonces, me encuentro con un mensaje de Allen.

ALLEN: Buenas noches, hermanito, espero que hayas disfrutado del departamento y mi novia.

Él supo dónde estábamos, pero... ¿Cómo? ¿La siguió?

Lo que haya hecho no importa porque al final he salido victorioso. Me burlo porque haga lo que haga, Ashley jamás lo amará.

DEAN: Necesito hablar contigo -respondo.

Contesta casi de inmediato.

ALLEN: Que bueno que lo dices porque yo también tengo un par de cosas que hablar.

ALLEN: ¡Ahora mismo!

DEAN: ¿Ahora me das órdenes?

ALLEN: Déjate de pendejadas y ven a la cafetería preferida de tu mamá.

Así eran las cosas con Allen, él siempre sabía todo, siempre estaba un paso adelante, ahora resulta que sabe hasta los lugares preferidos de mi madre. No sé por qué no se consigue una vida, no sé, tal vez en Asia, tengo la esperanza de que se pierda en el bosque de la China.

Me levanto sin despertar a Ashley, espero no tardar mucho, además, podría aprovechar para traerle algo de comer. Me visto, me aseo y bajo por el elevador.

Cuando llego al lugar él ya está ahí, sentado, vistiendo muy casual, algo no tan común de él, suele ser más de trajes y formalidad. Está sentado junto a una mesa redonda de madera bebiendo café. Me siento frente a él.

-Dime, ¿de qué quieres hablar? -su sonrisa después de formular la pregunta parece de alguien que ha hecho una travesura.

-Le hice una promesa de matrimonio a Ashley y ella aceptó, ahora soy yo quien quiere que te alejes.

Suelta una risita incrédulo, se inclina hacia mí.

-Verás, ahora soy yo quien no cumplirá, no tengo prisa por dejarla ir, así que... petición denegada.

Lo fulmino con los ojos, no entiendo cuál es su afán por joderme.

-Lo harás, quieras o no -le ordeno.

-No te debo nada -usa mis palabras en mi contra-. Además, sabes que dentro de la carrera no hay reglas, después de ella si las hay y una es aceptar la pérdida.

-¡Escúchame... -me levanto alterado, me corta antes de que siga, tomándome del cuello para regresarme a mi asiento.

-Que hermoso lugar, es muy del estilo de Katherine, me habría gustado tener una madre como ella, como dicen, no se puede tener todo en la vida, tú no eres la excepción, Dean.

Siento como un pellizco en el pecho, la forma en la que dice cada palabra me dice que ha hecho algo.

Vuelve a levantar su taza, da un sorbo a su café.