INOLVIDABLE I (Completo)

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•MÍA•

DEAN

—Hola, cariño. ¿Me extrañaste? —Amanda se inclina sobre el sofá para rodear mi cuello.

—Déjame en paz —la aparto.

—¿Qué pasa? ¿Te das cuenta que solo me utilizas?

—Talvez estoy equivocado en darte una oportunidad.

—Sabes que firmaste un contrato, ¿no? Uno del que no podrás salir fácilmente.

«Maldita sea»

No sé ni en qué estaba pensando al momento de firmar ese contrato. ¿Tenía la necesidad de hacerlo? No, sin embargo, el saber que Amanda quería obligarme a mantenerme a su lado me dio una descarga de satisfacción al saber que ahora es ella quien me busca, una parte mi creyó que Ashley me comprendería, pero ni siquiera pude explicarlo. Thomas tenía razón la estaba subestimando.

Amanda se para frente a mí y su mirada viaja a mis golpes.

—¿Qué te pasó? Y ¿Por qué estás bebiendo?

—¡Déjame en paz! —le grito y ella se enoja.

—¿Sabías que la gata esa está en un club pasándosela de maravilla?

—¿Y?

—¿Cómo que “Y”? Se supone que es tu novia y sabrá Dios con quién estará, pero no te preocupes, pronto recibiré información y te lo diré.

—¿Qué quieres decir?

—Que llevo un rato siguiéndola para encontrar información que te haga abrir los ojos.

—Eres una maldita loca —ella se queda perpleja, nunca le había dicho algo así.

—Lo dice quien todo el tiempo tiene su ubicación en tiempo real.

Revisa su teléfono y me sonríe victoriosa. Me muestra su teléfono, lo miro, efectivamente es un club nocturno, pero no es el MAGIC, tomo el teléfono y reproduzco el vídeo. Ashley está… ¿Bailando…? No, eso no es bailar porque solo faltó que se quitaran la ropa, unos celos que no había sentido jamás se hacen presentes, ella está con ese Don nadie, deslizo el dedo sobre la pantalla, aparece una foto, ella sentada en las piernas de Liam, ha añadido otro peón a su juego, juego que me está matando.

Doy un gran trago a la botella de whisky y miro los mensajes, segundos después lanzo contra la pared el teléfono de Amanda haciendo que quede destrozado.

—¿Qué te pasa? —me pregunta furiosa. La ignoro y salgo de la casa, subo a mi auto, esa niña me va a escuchar.

Con la velocidad que llevo, llego rápido al sitio, ni siquiera me fijé en los semáforos, a buena hora llego porque Liam y Ashley salen juntos del club, salgo rápido del auto, él se detiene para poner su chamarra sobre los hombros de Ashley.

—¿Qué mierda haces? —le pregunto a mi novia.

Sus ojos me dicen que acabo de ponerla furiosa, sin embargo, contesta con mucha serenidad.

—No es tu problema, Dean, regresa a tu casa.

—¿Qué no es mi problema? Eres mi novia, ese es mi maldito problema.

—Tu y yo no somos nada... —la agarro de la mano y la traigo a mi.

—Déjala, ella no se quiere ir contigo.

—Cállate. ¿Tú qué sabes?

—Sé que quiere irse conmigo… —le suelto un puñetazo, dejándome ir contra él.