Rey y Mandatario [Pausada]

Nuevo Ser

"Se avecinan aires de cambio" pronunció la bruja a la figura rojiza que la oía atentamente queriendo preguntar más, pero sabía bien que en trance, no podían oír, ni ver el ahora, "estate alerta, porque se libra una batalla que repercutirá" prometió y frunció el ceño a la vez que el destructor sonrió complacido de oír aquello

"Allá, cuando el hijo perdido emerja y la hija de nadie asedie será el momento"  inhaló y cerrando los ojos Asteria exhaló y se remeció completa antes de abrir los ojos y así miró todo el lugar aturdida recordando donde estaba. Le sonrió con calidez a Perses

-¿Mis anuncios significan algo para ti?- dudó frotándose las sienes y comiéndose una hojita de alguna planta regeneradora- quería decirte lo que considero que es- alcanzó a insinuar con mirada desbordante

-Lo suficiente, el resto es interpretación... ¿Quién es el hijo perdido y la hija de nadie?- dudó y ella le alzó los hombros sin saberlo, solo vio una bruma blanquecina con destellos dorados mezclarse con unos violetas, espesos y que caían con insistencia- exacto, al parecer necesito encontrarlos a ellos para ver que todo en este maldito equilibrio, frágil y absurdo, se rasgue- soñó despierto imitándola al comerse una de esas hojas empezando a rondar el salón- si llegas a encontrar indicio de a quienes debemos buscar, me dices- encomendó estrujándole la mejilla preparándose para irse de ahí, antes de sentirse retenido por ella

-¿A dónde vas?- se atrevió a dudar la bruja logrando que el titán girara a verla

-A provocar a un idiota- reconoció y se diluyó de ahí dejándola con la palabra en la boca

Asteria solo inhaló y exhaló cambiando de hojas por unas más finas y amargas que le hicieron llevarse la mano al vientre en el momento justo en que Selene apareció en su puerta y perdió colores, pese a que Asteria se incorporó de inmediato al verla

-¿Qué te aqueja?- dudó de inmediato sin apartar la vista del vientre ajeno

-Esta plantita- prometió la bruja de sonrisa violeta viendo sonreír a la luna pese a no creerle- Selene mía, ¿Qué haces aquí?- dudó yendo a abrazarla

-Vine a buscar una cómplice celestial- reconoció sonrojándose- es un poco infantil mi pedido, pero esta mañana, mientras preparaba a Eos para su viaje, he visto que en la costa, volviendo al agua, las cosas parecieran volver a ser lo que eran, Helios tiene la playa deslumbrante, Perseis ha corrido a su mar y...- jugó con su cabello inquieta- no lo sé, era...- miró a su alrededor y se sintió absurda- cuando asimilé lo que casi hago, ya había emprendido camino hacia acá- insinuó vacilando con irse

La sonrisa ajena se amplió y tomándola del brazo salieron del templo, entre risillas y con prisas como cuando eran crías y se divertían de ver la tensa relación entre fuego y agua que esperaban algún día ver solucionarse, pero al parecer aquello tan evidente para ellas, no lo era para ellos y le divertía ver lo frustrados que podían quedar después de provocarse mutuamente y ellas podían verlo todo desde el carro de la luna tal como pasaba ese día cuando la luna seguía en el cielo pese a ser de mañana y mientras eso pasaba Asteria, varias veces detalló el lugar hasta que tuvo que preguntar

-¿Por qué ahora todo es tan tranquilo?- dudó de repente logrando que Selene aun con una mirada destellante entre divertida y confiada sonriera y estrechara su mano

-Tenemos una tregua, tomó tiempo, quiso hacer de todo, pero hemos decidido que es mejor no hacer, si algo debe ocurrir, no seremos nosotros los primeros en atacar, nos defenderemos si es necesario, pero por ahora, estamos a salvo- prometió con calma y la abrazó emocionada por el nuevo comienzo que finalmente podían soñar en el nuevo mundo- a salvo, Asteria, de todos y de todo, no más temor de despertar un día para vernos cautivos- insistió y la emoción que tan fluida parecida, fue fingida por la hechicera, pero creía por la luna- nos tomó tiempo, acuerdos y conversaciones con su alteza, pero lo hemos logrado, Perseis conocía a la nueva reina, como una hermana más, ella accedió a hablar con su marido, hacerle entrar en razón y le hemos dado una diosa del mar, la hija de Urano, sigue regresando a las aguas seguidamente, pero ahora es una olímpica y además, en acuerdo, Prometeo ahora trabaja para él y congenian, los he visto, este será un nuevo comienzo y esta vez, será definitivo- soñó Selene radiante y desbordante de felicidad como para que Asteria tuviera que sujetarse del carro para no separarse del mismo al flotar, antes de sentirse caer abruptamente a lo más oculto de Gea cuando de golpe Selene le tocó el vientre y aunque seguía flotando era ver un pozo vacío en el que caía sin fin- todo nuevo comienzo es bienvenido en este nuevo mundo- añadió sabiendo la vida ahí oculta- ¿lo sabe?