Rey y Mandatario [Pausada]

Coronación

Hera alisó su túnica esperando su presente, fingiendo calma dónde no la tenía. Con cuidado y movimientos gráciles como las olas del mar, la luna abrió el cofre

-Ya que al parecer, su alteza se acordó de coronarse a sí mismo, permítanos, otorgarle la de la reina, como un obsequio ya que como ofrenda de paz, no es válida- zanjó todo tema Selene y antes que Hera intentara excusarle, siguió hablando ignorando lo que intentara decir para solucionar las cosas- sus intenciones, ya se han aclarado después de todo- cortó todo tema volviendo a lo que hacía- confiamos que al menos nuestro presente, pese a no cumplir su objetivo como ofrenda de paz, sea del agrado de todos los presentes- reconoció sonriente al ver que corona era. ¿De dónde la había sacado? Como fuera, sería todo un deleite ver el rostro del rey- ¿le gusta, reina?- dudó y la mujer afirmó viendo la hermosa corona de cristales dorados y gemas transparentes en todos los bordes- es suya entonces, alteza- entregó el cofre y Hera la miró por unos segundos antes de cerrar el cofre y afirmar a modo de aceptación del presente

-Tiene que ponérsela, va en la cabeza- informó Eos al lado de su hermano su gran aporte, creyendo que no lo supiera, la reina la miró, sonrió y abrió de nuevo el cofre viéndola- yo se la puedo poner- propuso y casi impuso lo que quería hacer en realidad, sonrió cuando Hera afirmó y poniéndose de cuclillas esperó que la niña la tomara con cuidado y asombro al verla- es bonita... mis hermanos también tienen, yo no- lamentó con un puchero- pero yo tengo cabello de colores- se consoló cuando Hera le acarició la mejilla y esbozó una sonrisa hacia ella- además, las coronas son de reyes y yo no soy una reina- explicó lo obvio lustrando algún brillo que a su opinión no brillara lo suficiente, siendo una excusa de tenerla más tiempo en sus manos- listo, ya está- concluyó con las manos juntas viéndola unos segundos hasta dar el visto bueno- quedó linda- admitió y corrió de regreso con Helios

En su sitio, la reina volvió a ponerse de pie acomodándosela bien antes de afirmar de nuevo y con el cofre en la mano volvió con Zeus que palidecía de verla... esa corona... esa corona la creía perdida, en una discusión colosal, la había sacudido con tal fuerza que su portadora la había perdido. Zeus golpeó el suelo y alcanzó a ponerse de pie para discutirlo, esos seres se burlaban de él trayendo como ofrenda la corona de su primera esposa para la segunda... ¡¿De dónde habían sacado eso?! Él había buscado ese objeto por mucho tiempo y ahora... ahora esos seres le insultaban de semejante manera, pero no tenía como decírselo a Hera y ellos lo sabían

-Que cálido obsequio, estará muy agradecida mi reina- prometió Zeus con tirria queriendo bajar hasta ellos, Hera le retuvo, ya les había visto de cerca y desde la altura, se veían como iguales, pero tenerles cerca era sentir una fuerza que emanaban como para arrebatar el habla y prefería que su rey no pasara por eso, no ante sus súbditos- ¿algo más?- retó con la única intensión de perderles de vista

-Nos alegra que le complazca- ironizó el sol cuando la luna se cruzó de brazos detallando a los reyes de la cima y aurora afirmó de verdad alegrándole que le gustara el regalo- ahora, no queremos importunar más su celebración- despidió y ofreciendo el brazo a Selene esperó que su hermana se enganchara a su brazo mientras la menor con puchero inconforme de no quererse ir, le sujetaba la mano diciéndoles adiós con la otra mano antes de susurrar que podrían quedarse- esa era la idea, Eos, pero su alteza, no nos quiere aquí- resumió y a su lado, la luna rio por lo bajo- una cosa más- fingió recordar de repente deteniéndose antes de salir- al este, por dónde empieza mi amanecer, se alza nuestro templo, sabrá reconocerlo, es de pilares plateados y techo dorado, allá puede ir a buscarnos, estaremos esperando su orden de captura para ponernos en "nuestro lugar"- ironizó Helios volviendo a su hermana alejándose de ahí dejando por sonido únicamente el sonido de sus pasos

El silencio fue absoluto, quiso apresarles en ese mismo instante, lanzarles al Tártaro, pero sin saber definir el colapso en que estaba, ni siquiera se movió, por suerte para él... pero es que esos titanes, habían venido a su templo y delante de sus súbditos le habían humillado y burlado como se les antojó, empezando por esa mujer hablándole como una igual; le daban la corona de Metis a su esposa, no le reconocían como rey, cuestionaban su derecho a reinar. De verdad quería lanzarles al Tártaro en ese mismo momento, pero no lo hacía, tal era el coraje que se encontraba temblando, el cielo tronando en muestra a su inconformidad, frustración y furia de saber que algunos titanes seguían libres y tenían tal osadía y atrevimiento de hacer tal aparición, pero estaba aferrado a su trono, ni siquiera era capaz de articular palabra. Así fue por unos segundos hasta reaccionar, levantarse furioso y retirarse logrando que Poseidón lo siguiera

-Captúrales- ordenó llevándose por delante de él todo destruyéndolo- y no los envíes al Tártaro, merecen sufrir, tortúrales si es necesario, los quiero de sirvientes, ¿Qué no reverencian? No lo harán, casi que estarán entonces de rodillas ante el suelo por el que camino- insistió y en su sitio, pese a ser más impulsivo, Poseidón estuvo seguro que eso no era buena idea. Algo desvariaba Zeus cegado de furia sobre incluso hacerle ver como violaban a sus hermanas- NO IRÁN AL TARTARO, NO MERECEN MI PIEDAD, MERECEN EL CASTIGO Y QUE SEA PÚBLICO- juró antes de callar y mirar todo a su alrededor- ¿Qué está pasando?- indagó al ver todo más opaco, cada vez más y más, hasta sumirse en la oscuridad absoluta- ¿Poseidón?- llamó confundido como pidiendo explicación a tal evento, en su sitio entre más oscuro se volvía todo, sus demás hermanos, más incómodos estaban ante la oscuridad que removía el recuerdo del estómago de Chronos

Y mientras los demás seres miraban a su alrededor el mismo evento, extrañados y sin saber bien cómo reaccionar a aquello, en el templo de oro platinado, la luna con manos en las caderas había mirado preocupada todo el camino de regreso, temía que de verdad las tropas que Zeus tuviera, aparecieran en cualquier momento, había exhalado lentamente cuando intentó altercarle a Helios antes de subir al carro el haber hecho eso, pero besándole la frente, el sol le prometió que no pasaría nada y así fue, al llegar a salvo, Selene se sonrió y giró a verle dándo inicio a aquel intrigante suceso