Ese estaba siendo un día muy largo para el gusto de Helios que desde su carro, ya deducía que nada bueno surgiría al haber visto en tierra a los hijos de Crio, ni que los llevara a audiencia con ese dios y seguía sin decidir como tomarse el hecho que hubieran ganado, porque Palas, le había otorgado la gracia de Nike a los dioses... pero no quería seguir pensando en ello, alcanzó a darse ánimos a sí mismo, jurándose que nada sucedería pronto y eso debía bastarle para no quererlos incinerar a todos, de nuevo, pero tal como si no tuviera permitido calmarse, su día no parecía mejorar cuando emprendió camino de regreso y vio al ocaso que Palas iba hacia su templo
Helios frenó de inmediato y alcanzó a considerar la idea de no llegar. Verlo y tener que escuchar lo que sea que tuviera que decir, era lo último que quería en ese momento, pero le apetecía menos la idea de dejarlo con las huéspedes que tenía en ese templo, pues conocía de primera mano, la manía que tenía Palas de salirse con la suya y convencer a todos de hacer lo que quería, así que se vería obligado a seguirlo y hacerle frente, con suerte, no se quedaría, esperó bordeándo su propio templo para descender en el establo.
Buscando paciencia dónde no tenía, ya que no se creía capaz de encontrar calma alguna, acomodó sus caballos y apoyado en la frente de Éoo le rascó un par de veces las crines flameantes antes de sonreír ante el calor de las mismas, casi era capaz de creer que podría encontrar calma para salir a verlo después de dejar a cada uno en su establo con la comida de ese día, por aplazar ese encuentro tanto como pudiera, pero al cerrar los ojos y exhalar, lo vio frente al templo, así que ya solo quedaba afrontar. Abrió los ojos y salió a su encuentro
-No esperaba volver a verte- fue el saludo que dirigió Helios encontrándose con Palas en la entrada, justo cuando el guerrero estaba por entrar, Palas se abstuvo a bramar o hablar, así que solo entró al templo ajeno
-Lo que sea que hayas visto, no es lo que crees- prometió con tono cansino el soldado palmeándole el hombro al pasar por el lado de Helios para ir al salón- escucha primero antes de sacar conclusiones apresuradas- pidió sin rodeos dejándose alcanzar por el sol
-Te rendiste ante él... le sirves como el leal guerrero y seguirás haciéndolo al parecer- insistió yendo tras él
Palas empuñó, pero siguió avanzando. Necesitaba un trago de algo, se convenció, pero a duras penas era bienvenido en ese lugar, por lo que deducía, no le ofrecerían ese ansiado trago, lo que le dejaba con la única opción de tener que oírle y la mueca a esa idea, fue inmediata. No era la voz de Helios la más armoniosa para él; no lo fue de antaño, no lo era ahora, así que solo calló, con suerte, así el sol, también fuera de pocas palabras
-Sé lo que vi- añadió Helios ante la nula defensa por parte de Palas- les llevaste con él, ¿Qué pretendías? ¿Qué le rindieran pleitesía?- dudó y como no obtuvo respuesta, fue libre de creer lo que quisiera- ¿A eso has venido? ¿Es mi turno ahora?- refutó prevenido demandando que Palas le diera la cara y dejara de pasearse por su templo como amo y señor, cuando ni siquiera era bienvenido
-Ya basta Helios- pidió alzando la diestra en algún punto en que sintió su voz taladrarle los oídos- calla esa maldita arrogancia tuya un instante y trata de entender- pidió Palas clamando la paciencia que no tenía, no para él, no para esa familia sin duda- no me rendí, me alié, es diferente... y es lo que me hizo venir. De no haberlo hecho, habría terminado como Atlas o como nuestros padres... pero aquí estoy, tú igual, solo que lograste tu libertad con otro método, como sea, aquí estamos y no es sensato querer cobrar venganza, lo correcto, es empezar de nuevo- insistió volviendo con él- es una posibilidad para crear otras reglas, convivir como aliados con ellos- alcanzó a proponer y tuvo los reflejos necesarios para alzar el escudo, ponerse de cuclillas y ocultarse tras él, ante las llamaradas que cubrieron el templo entero nada más oírlo. Algunas cosas nunca cambiaban, entendió tras su escudo. Pedirle a Helios que no fuera explosivo, era como pedirle a Astreo que no fuera volátil o a Atlas que no fuera un reverendo imbécil
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Rey y Mandatario [Pausada]
FanfictionZeus se ha coronado como rey del cielo, cree tener poder absoluto y haber encerrado a todos los titanes, pero a pocos días de su triunfo, sabrá que no. Su mayor rival, sigue libre y lo que es peor, es peligroso confrontarlo y, no está solo.