Rey y Mandatario [Pausada]

Aprovechando La Ausencia

Sol y Luna; Luna y Sol; tan unidos, tan eternos, tan poderosos y tan cruciales como para mirarse por momentos y sentir que jamás había existido alianza tal e impartir esa misma sensación a quien les viera ser esas prodigiosas noches en que Selene no debía acudir al cielo y bastaba con verles, para saber que eran una amenaza mutua para quien fuera tan incauto de provocarlos... entre ellos los otros tres hermanos que ahora se alzaban como reyes y que más tardaron los astros en partir a tierras de su padre hacia el sur, que ellos en preocuparse por esa retirada

El mismo día que partieron, Zeus lo notó y desconfiado estuvo atento, hasta estar seguro que algo ocurría. Cuando se convenció de ello, acudió al templo de Asteria para preguntar por la ausencia de sol y luna, era obvio que a dónde fueran al terminar el día o la noche, no era Grecia, sus carros volaban hacia otra parte y temeroso de una emboscada o que estuvieran buscando aliados para regresar con ellos a enfrentarlo, exigió saber lo que ocurría

La diosa de la estrellas solo le miró con burla, sus labios violetas casi le hablaron sobre los del dios, tentándole para su diversión cuando le dijo "pobre cabrito asustado, ni cuando está a salvo tiene paz"  se burló la bruja que saltó de su sitio, justo cuando él intentó tomarla de los brazos ofendido. A unos metros de él, Asteria río cantarinamente, reverenciándole antes de cubrirse por una nube de tonos violetas y diluirse.

El regente no supo si ella le tocó la espalda antes de desaparecer o lo imaginó, pero abandonó el templo furioso o más bien frustrado de saberla aun ajena a él, sin notar que otra mirada rojiza, se materializó en su ausencia y le seguía los pasos como para sonreír al notar a Asteria salir de inmediato a recibirle

-Tu amigo se ve adolorido- burló Perses girando a verla

-Espero que así sea... me divierte su dureza... ojalá tenga con quien ablandarla- insinuó acercándose a él- me preguntaba cuando volverías- admitió abrazándose a su cuello

-Cuando él deje de llamarme allá a dónde va- juró el titán volviendo la vista afuera- ¿Qué planea? No deja de llamar, se vuelve cansino, pero tengo que acreditarle algo, tiene una mente... creativa para pensar en torturas- reconoció soltándose de ella- ¿te preocupa?- burló rondando el templo, al parecer buscando algo que le sirviera, aprovechando que ella solo se mordió el labio inquieta de oír tal cosa- No temas, pequeña, la estrella rey los salvará a todos... o morirá en el intento... me gusta pensar en eso- reconoció deteniéndose de repente, sonrió y continuó- tiene que ser un deleite ver escaparse la vida de sus ojos- imaginó frotándose las yemas de los dedos de una mano con la otra- soy capaz de oír los gritos previos a la destrucción inminente... ¿te imaginas?- provocó torturándola por mera diversión de saber que a ella, por muy vil que quisiera intentar ser, aquello sí la preocuparía; solo la vio frotarse los brazos y apretar los labios- como sea, eso no será hoy... necesito algo tuyo- reconoció tomando uno de los frascos- algo que me deje ver al maldito de mi hermano- condenó y varios de esos frascos explotaron cuando él empuñó. Asteria solo cerró los ojos y dio un respingo oyéndolos quebrarse, pero al giro de su zurda volvieron a repararse y quedar en su lugar- ¿y bien? ¿Qué me tienes, juguetico?- recalcó tomándola del mentón

-¿Para qué necesitas a Astreo?- dudó Asteria conteniendo la respiración- solo llámale, debería acudir a ti- tanteó y sintió las garras hundirse en sus mejillas- Perses, suéltame- ordenó

-No te pases de lista conmigo- le advirtió al oído antes de soltarla con un quejido casi doloroso que le hizo apartarse; Asteria se miró a si misma segura de no hacerle nada, no ella, jamás a él, pero al girar vio a la causante- Leto- saludó el titán a la mayor de las lobas- cuanto tiempo- ironizó

-Una pena saber que sigues aquí- fue el saludo de Leto y antes de acercarse, Asteria se le interpuso, dejando a Perses tras ella; la burlona mirada que le dedicó el destructor a Leto no habría como describirla, pero se deleitó de verse "protegido" por el único ser al que Leto jamás dañaría- ¿sigues siendo una brujita buena o puedo pedirte algo que me ayude a ver a mi hermano aunque se oculte?- dudó de nuevo ante la prevención y silencio del par de brujas