Rey y Mandatario [Pausada]

Sin Rey

¿De qué pasado hablaron? Uno que al parecer ya no recordaban tan bien o eso querían creer, pero ahora mismo parecía emerger como si nada hubiese cambiado de aquella época... la amenaza seguía siendo la misma y seguía siendo Perses, el saber que ese peligroso ser seguía libre, era una advertencia demasiado clara para ignorarla

Siendo él tan destructivo, con un rey tan voluble y fácil de incitar debían ser cautelosos y lo intentaron, pero aún así, Perses podía anotarse una victoria, había logrado que se hirieran en nombre del bienestar del cosmos y ahora lo sabían como para quedarse en silencio un instante, viendo la nada e imaginándole tan pleno de haberlo conseguido

Nunca antes en lo que Helios recordaba, había querido quitarse esos malditos guardabrazos, quería incinerarlo y arrazar así con el mismo Perses, pero el día esperaba, ya debería estar amaneciendo y sabiendo el tiempo en su contra, volvió la vista a Selene y sabiendo que debía empezar su recorrido decidió de una buena vez, que era lo que harían con el regente, el destructor y el creador... Aún ahora, seguía sin decirle del surgimiento de Prometeo y el encuentro que hubo entre Perses y Prometeo y esa, era otra señal de alerta para necesitar a Selene como aliada, ahora más que nunca

Conocía a sus primos y sabía que incitar a Prometeo, era tal vez más fácil que provocar a Zeus y estaba seguro que era algo que Perses sabía muy bien, como para que Selene y él tuvieran que andar con cautela y en vigía constante a todo atentado de destrucción, porque si lo permitían, aquello podía desembocar en una riña colosal entre Zeus y Prometeo o peor aún, una riña entre titanes que quisieran enfrentarse a los dioses y los que no, en vez de unirse contra el enemigo real... y aun así, de todo ello, era la acusación de Prometeo la que seguía calando en Helios y no tanto por él, sino porque había sido tan parecido a la condena dicha por Selene hace solo unas horas como para que el sol alcanzara a dudar de su propio actuar

No, no era le primera vez que se le acusaba de tener delirios de grandeza, pero si era la primera en que quería encontrarle explicación... su primera oposición a luchar esa batalla, fue por no querer seguir la orden de Chronos, pero no siempre fue así, de hecho, él quería luchar, recordaba eso perfectamente y de repente un día cualquiera, existía el rechazo a la autoridad... y atreverse a refutar el reinado de Chronos le acreditó una imagen que recordaba con precisión, nunca antes había visto tan de frente la furia de su padre, desbocada tras una única frase

"No es mi rey, yo no tengo reyes"  había contradicho el sol en medio de una cena dónde Hyperion había informado que Chronos iría a verles, todos se reunirían ahí, serían los anfitriones y eso le sentó muy mal al sol. Si servía de algo, él por más que lo intentara, no recordaba haberlo dicho, sabía el suceso porque Selene se lo dijo después de todo lo ocurrido, él solo recordaba sentirse mal y alcanzar a tantear la opción de no estar esos días, pero no se le permitió y luego... no recordaba nada de esos minutos

Finalmente había vuelto en sí, ante el silencio rotundo que quedó con las tres miradas en él; la sorpresiva de Selene, la preocupada de su madre Theia y ante él, la estupefacta expresión de su padre que solo era el anuncio previo a que desbocara la furia misma como para que Helios volviera la vista a Selene y saber que debía irse, poco tardó en salir de ahí... y no volver en los siguientes días, con ella como informante de indicarle cuando pudiera entrar

Y una escena similar reacio a toda autoridad, se repitió el día que empezaron a llegar los demás titanes... Atlas y Astreo le reclamaron su cambio de decisión cuando hablaron de ir a ver llegar a Chronos, a él no le hacía ilusión, le causaba repelencia la idea de ir, saludar, reverenciar y la misma frase volvió a surgir. "No es mi rey"  les interrumpió el sol de repente, "Es rey de los titanes y todo lo que existe, eso lo hace también tu rey"  altercó Atlas y Helios lo escuchó como un eco lejano que quiso callar, apretó los dientes y empuñó negándo suavemente