Deseo y Protección

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Hola, paso por aquí para desearte feliz año, espero que el 2019 sea colmado de prosperidad y supere con creces el 2018, nos leemos, chau ^-^

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Al ocaso, desanimada de acudir, Leto exhaló y se prometió hablar con Asteria al llegar antes que Asteria saliera con Selene a su recorrido nocturno. Le sonrió a Helios como despedida practicando que decirle a su hermana sabiendo que, hacerla entrar en razón no era su fuerte, Asteria tenía una altanería natural y ella poca paciencia, así que cuando Asteria no quería escuchar, Leto no insistía, pero esta vez, tendría que lograr que quisiera oírla.

En los días que pasaron ocultas en su templo y protegidas por la barrera de su padre, que creaba la ilusión de estar el templo vacío, habían sido tan unidas, Asteria hasta buscó su protección y lograron trabajar en equipo, pero... en cuanto Asteria sintió que debía hacer algo, por encima de la orden de Leto, había huido para saber porque había sol y luna y... y le debía el estar ahora con ellos, pero esta vez, necesitaba que su hermana quisiera oírla, se impuso cuando vio a Selene azotar las riendas de su carro entusiasta de volver a volar con Asteria y antes que la luz de la luna la siguiera, Leto alcanzó a retenerla dándole unos minutos a Selene de volar sola

-Asteria- llamó Leto girándola hacia ella

-Leto- saludó intercalando mirada entre su agarre y el camino de Selene- es de noche hermanita, vuelve adentro, es nuestro turno- despidió dando un paso para verse aun sujeta- ¿Qué?

-Compórtate, esté ya no es el mundo que conocíamos- aclaró y la menor solo le sonrió con burla por su cuidado- ahora hay otras reglas a las cuales amoldarnos- le recordó precavida

-¡Oh por favor, Leto! Eso no significó nada- juró con insolencia al entenderle y Leto la zangoloteó- sé cuidarme de los hombres y manejarlos mejor que tú, mi dulce Leto- explicó acomodándole el cabello tras las orejas- ahora, déjame ir, Selene espera- aclaró con imperiosidad

-Eso es mentira- acusó cerrando el agarre- jamás solucionas nada, lo que harás será meterte en problemas y luego tendré que ir a solucionarlos porque no sabes salirte de ellos- regañó la mayor; con un puchero de dolor, Asteria se llevó la mano al pecho con ironía- ¡Asteria!- reprendió entre dientes

-No confías en mí, ¡en mí! que soy tu hermanita, ¿ahora cómo viviré?- burló palmeándole la cabeza- tranquila hermana, seré buenita, ya que no me das permiso de divertirme- prometió con burla- pero mi noche espera- despidió con tirria y al chasquear los dedos desapareció dejando a Leto dentro de una nube de tonos grises y violetas

Y para su frustración, Leto tuvo que verla precisamente hacer lo contrario. Cuando estaba aburrida o entre risas con Selene, Asteria torturaba a Zeus a distancia y mediante maleficios que tan bien se le daban. Incitaba al pecado al dios rey que sabía reconocer el aroma a belladona, antes de ansiarla o le inducía al sueño con la lengua sobre los labios de sonrisa maldadosa y a veces, incluso se iba a jugar en sus sueños, a aparecer y no dejarse atrapar. Era una tortura divertida, pero la mejor, era aquella que incluso hacía reír a Selene, las visiones.

En su templo Zeus era capaz de verla entre las columnas, oírla, sentirla, girar y darse cuenta que no había nadie y pese a su advertencia, Leto tuvo que obligarse a creer que Asteria sabía lo que hacía, después de enterarse que mientras ella hacía su recorrido con Helios, Asteria jugaba bromas al dios rey día tras día, hasta aquel en que Asteria se quedó sola en el templo intentando identificar los pálpitos que detectaba desde hace unos días. Tan concentrada estaba que no le escuchó llegar, solo lo notó cuando sintió la presencia del rey en el templo

Rey y Mandatario [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora