People You Know, Selena Gómez.A P R I L
Lo único que soy capaz de escuchar son los latidos de mi propio corazón, y por lo que estoy escuchando, creo que en cualquier momento me va a salir por la boca.
Sigo escondida en la esquina del pasillo que me proporciona una visión perfecta del salón y la puerta de la entrada, que sigue estando abierta. No se si llevo aquí horas o minutos, aunque teniendo en cuenta que sigo viendo la espalda de Sam, supongo que solo llevo aquí plantada escasos segundos.
Escuchar la risa de Sam otra vez hace que mi mente viaje a través del tiempo y sea capaz de desenterrar recuerdos que ya pensaba totalmente perdidos en algún lugar de mi cerebro. Sigue dándome la espalda, pero creo que si se llegase a girar podría confirmar que recuerdo su cara con aquellos ojos claros perfectamente. Su voz suena mucho más grave de lo que recordaba y supongo que los años que he pasado sin verlo tiene mucho que ver.
Puedo escuchar las risas de todos, algunos saludos y algún que otro insulto cariñoso entre el grupo. Y entonces pienso en Oliver, que debe de estar en algún lugar de esta maldita casa y que seguramente, también lo haya visto. Aunque puede que no se conozcan, estoy segura de que se han visto ya que, a pesar de que Sam es algo más mayor que nosotros, hemos ido al mismo instituto, y Oliver sabe perfectamente que Sam es hermano de...
—¿Se puede saber que estás haciendo?
Me giro sobresaltada y miro sobre mi hombro para ver que Ethan está plantado justo detrás de mí. Supongo que acabará de llegar porque cuando dirijo la mirada hacia la puerta esta está cerrada. Vuelvo mi atención hacia mi amigo y sin pensarlo dos veces le cojo del brazo y le llevo a rastras hacia mi habitación. Cuando abro la puerta de esta, le doy un empujón para que entre y cierro de un portazo, pero me quedo quieta justo ahí. Suelto todo el aire de mis pulmones y apoyando la espalda en la puerta, me paso una mano por la cara, incrédula.
—Eh...¿Estás bien? Te noto un poco...
Levanto la mano para hacerlo callar de la manera menos brusca que puedo y espero que no se lo tome como a mal. Después niego con la cabeza y suelto un par de palabrotas. Miro como Ethan se ha sentado en mi cama y está mirándome algo extrañado. Al cabo de unos segundos, como ninguno dice absolutamente nada se que ha empezado a hablar, seguramente me esté preguntando algo, pero es que yo estoy tan absorta en mis propios pensamientos que no puedo hacer caso a nada de lo que dice. Mi cabeza ha empezado a ser una ventisca de pensamientos y su voz es como si hubiese pasado a un tercer plano como mínimo.
—Tiene que ser una puta broma.— es lo único que soy capaz de decir.
Esta vez me separo de la puerta y empiezo a pasearme por la estancia moviendo las manos con nerviosismo, porque joder, estoy tan nerviosa que creo que hasta me están sudando las manos. Ethan se levanta de golpe y se pone frente a mí y pone sus manos sobre sus hombros para hacer que me quede quieta, pero eso no consigue que me calme.
Está frunciendo el ceño, y no lo culpo, tendrá que estar confuso de cojones. Lo estoy incluso yo.
—April, cálmate—busca con su mirada la mía, y cuando vuelvo a centrar mi atención en mi amigo asiento levemente con la cabeza —¿Estás bien? ¿Qué ocurre? ¿Te ha pasado algo? He llegado y te he visto ahí plantada... es casi como si hubieras visto a un fantasma.
Ante su aclaración no pudo evitar soltar una risa irónica.
—Ojalá fuese eso.
—¿Entonces? ¿Ha pasado algo?
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Fine Line
Teen FictionApril siempre había sido una niña bastante tranquila. Lucas, en cambio, un auténtico terremoto. April amaba ver películas viejas con su padre. Lucas adoraba jugar al baloncesto. Cuando se conocieron, ninguno de los dos se imaginó que sería el pr...