Home, Phill PhillipsL U C A S
El otoño llega antes de que pueda darme cuenta. Las hojas de los árboles han empezado a caer, el frío se ha adueñado de las calles y el año parece llegar a su fin. Los partidos y entrenamientos cada vez son más serios y aunque perdimos el último partido, estamos jugando bastante bien y eso ya no solo nos está viniendo genial como equipo, sino que también a nivel personal. Esa etiqueta de ser el nuevo y que me hacía alejarme y quedarme un poco apartado del resto se está disipando poco a poco porque cada vez siento que formo más parte del equipo y no soy solo uno más. Es algo difícil de explicar, pero he cambiado tantas veces de hogar en tan poco tiempo que lo de conocer gente y sentirme parte de algo empezaba a hacerse un mundo para mí, pero puedo decir que poco a poco he ido mejorando, claro que, creo que sin April no habría podido. O al menos, no me habría creído capaz.
April...
Me gusta tenerla cerca y poder contar con ella. Me gusta que ya no seamos solo dos niños que una vez fueron inseparables. Somos algo más adultos, dos personas que cargan años de amistad y aunque haya pasado tiempo entre nosotros y hayamos tenido mejores y peores momentos, siento que no ha perdido esa esencia que tanto la caracterizaba. Sigue intentando mantener su expresión seria en momentos de tensión o que lo requieren pero su mirada la delata porque tiene ganas de morirse de la risa. También intenta cargar con todo aunque no pueda más y muchas veces no pide ayuda para no perder su orgullo porque sí, es una cabezota aunque en eso nos parezcamos los dos. Sigue haciéndose la dura cuando es obvio que se muere de vergüenza cuando dicen algo bueno de ella y a sarcástica no la gana nadie. Sí, en ese aspecto sigue siendo la misma de siempre pero también he tenido la oportunidad de conocer más cosas acerca de ella que antes desconocía.
Ella siempre ha sido una chica muy entregada hacia los demás pero con Ethan es distinto. Me he dado cuenta de que no soporta estar más de dos días sin hablar con él y sospecho que a él le pasa lo mismo porque tienen una amistad que es casi envidiable, como si fueran hermanos. Se que lo echa mucho de menos en el trabajo pero también está deseando dejarlo porque hay un millón de cosas que le encantaría hacer pero no las hace por miedo, cómo apuntarse al programa de lingüística del que me habló. El pelo corto con las puntas acariciando sus hombros le queda mucho mejor que la larga cabellera que llevaba cuando era más pequeña, las facciones de la cara las tiene mucho más definidas y le dan un aspecto más delicado, pero en cuanto empieza a hablar, en fin, solo haces que reír.
Me gusta esta nueva versión de April mucho más viva. Mucho más ella.
—Resultados del último partido —la voz del entrenador me saca de mis pensamientos — La victoria fue sin duda para los Georgia Bulldogs ¿Algo que decir?
—Sí, que a los Jacksonville Dolphins les debe de doler el culo después de la paliza que les han dado.
Todos estallamos a carcajadas.
— Muy gracioso, Max. ¿Entonces a vosotros os sigue doliendo el culo después de perder contra los de Dakota del Norte?
Esta vez nadie se ríe y yo me cruzo de brazos. El entrenador tiene razón. Hemos jugado un total de seis partidos y aunque hemos ganado cuatro de ellos, no pierde oportunidad para recordarnos el desastroso partido que jugamos contra los Fighting Hawkings. También perdimos contra los Sacramento Hornets, pero aquel fue un buen partido y perdimos por muy poco. Pero con los Fighting Hawkings... un completo desastre.
— No quiero que la gente hable de mis chicos refiriéndose a chavales con aires de superioridad ¿Me habéis oído? — todos asentimos — Está bien. Solo quiero que seáis conscientes de vuestros errores para que después podamos entrenar y trabajar mejor. Hemos terminado por hoy.
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Fine Line
Teen FictionApril siempre había sido una niña bastante tranquila. Lucas, en cambio, un auténtico terremoto. April amaba ver películas viejas con su padre. Lucas adoraba jugar al baloncesto. Cuando se conocieron, ninguno de los dos se imaginó que sería el pr...