14

28 5 0
                                    


Little Freak, Harry Styles

A P R I L

Es viernes y he hecho lo que Ethan me aconsejó. Me he despertado a las diez de la mañana, he desayunado tranquilamente y después me he puesto a avanzar alguno de los trabajos que tenía por entregar. La verdad es que no esperaba para nada que la mañana fuese a ser tan productiva pero cuando me he dado cuenta ya estaba escribiendo la conclusión de un trabajo de investigación sobre las lenguas romanas y estaba empezando otro.

Victoria ha vuelto algo más tarde de lo normal y cómo a mí se me había pasado la hora de cocinar con la montaña de tareas pendientes que tenía que hacer hemos acabado pidiendo comida a domicilio. Con mi trabajo, las horas de clase y las tardes de Victoria en el laboratorio hacía meses que no coincidimos las dos en casa para comer juntas.

­—Deberíamos hacer esto más a menudo.

­­—¿Comer juntas?

—Más bien me lo de abrir una copa de vino un jueves a las siete de la tarde y hablar de la vida, pero sí, eso también.

Suelto una risita que no va para nada conmigo. Supongo que después de dos copas bien cargadas de vino los efectos empiezan a ser notorios.

Me acomodo en el sofá y me llevo un cojín a mi regazo.

—Tienes razón. Si te digo la verdad, echaba de menos hablar con una amiga.

No soy consciente de lo que he dicho y de lo triste que ha sonado hasta que veo como le cambia la mirada a Victoria. Puede que suene un poco triste, pero es la verdad. Estos últimos meses he hablado con Ethan, he hecho un par de llamadas con Oliver... pero no recordaba lo que era hablar con una amiga. Porque no se nada de Maia y cada vez que pienso en ella ya no siento preocupación o añoranza... más bien enfado, pero tampoco entiendo a que se debe exactamente. Y porque conozco a Victoria desde finales del año pasado cuando contacté con ella por un anuncio que colgó en uno de los tableros del campus donde buscaba una compañera de piso y siento que conectamos desde el minuto uno. Que nos entendimos.

Creo que dejar la residencia ha sido la única buena decisión que he tomado en los últimos años, porque gracias a ello siento que soy mucho más independiente y la compañía con Victoria me ha ayudado bastante. Además, me he dado cuenta de que creo que es la primera vez que digo que la considero mi amiga, pero es verdad.

—Bueno, pues en ese caso...—Ella también se reincorpora y se levanta del otro sofá. Se queda de pie en mitad del salón y me dedica una sonrisa radiante—Brindemos, ¡Por nuestra amistad!

Me levanto tan de golpe que tengo que dar un paso hacia atrás para no caerme al suelo por el efecto del alcohol. Yo también sonrío y las dos brindamos juntas y terminamos de golpe el contenido de las copas.

­—¿Sabes una cosa? Yo también echaba de menos esto de hablar de la vida con una amiga. No es que no tenga amigos. Conoces a Alex y Clara, que por cierto ya han hecho oficial su relación. Luego están Vera, Sam...

Frunzo el ceño cuando veo que se queda totalmente callada y abre los ojos como platos.

—¡Mierda!

Empieza a moverse a toda velocidad por toda la casa. Sale del salón con la copa de vino para dejarla en la cocina y vuelve para ponerse los zapatos corriendo

—¿Qué te ocurre? ¿Qué estás haciendo?

—Había quedado con ellos. ¿Cómo he podido olvidarlo? ¿Qué hora es? Sam me dijo que vendría a por mi. Debe de estar...

Fine LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora