¡Hola! Antes de empezar me gustaría avisar de que este capítulo es algo largo y estará dividido en dos partes. Me ha costado bastante porque no sabía cómo quería enfocar esta parte de la historia, que para mi, es la más importante. Espero que lo leáis con tranquilidad y os guste.
No olvidéis votar, gracias <3Primera parte
How do I say goodby, Dean Lewis.
A P R I L
Sonaba American Pie por toda la casa.
Mi padre había puesto uno de sus viejos vinilos. Era su canción favorita.
Quedaba tan solo una semana para que terminase el invierno y el estado de Colorado había sido el escenario principal de un mes lleno de lluvias torrenciales y eso había hecho que las posibilidades de hacer algún plan por Lakewood con los amigos fuese nulo.
Pero aquel día había salido el sol. Aunque a día de hoy todavía me pregunto cómo fue posible que, en el día más triste de mi vida, mientras mi mundo se detenía, el resto avanzaba. No tenía ningún sentido. Ni siquiera el cielo se tomó un instante en llorarle.
El jueves, cuando la noticia de que el sábado dejaría de llover inundó todos los medios locales, Oliver fue el primero en avisar de que aprovecharía para hacer un par de escapadas con sus padres por lo que estaría un par de días de desconexión.
Por otro lado, Maia se había pasado toda la mañana mandándome mensajes para que le ayudase a elegir que vestido llevaría a su cita del domingo. Nos había dicho que había conocido a un chico que iba un curso por delante nuestra en una de las actividades extraescolares a las que se había apuntado y que, desde el primer momento, no habían dejado de hablar.
La lista de pretendientes que había tenido Maia desde el primer día que la conocí había sido bastante amplia pero digamos que todas y cada una de sus citas habían sido un desastre. Ella estaba convencida de que esto iría bien.
—Hey Granujilla—La voz de mi padre sonó tras la puerta. Después, su cabeza asomó por el marco de la puerta y me dedicó una sonrisa—¿Estás lista?
A cualquier adolescente le habría molestado que su padre siguiese llamándole por algún apodo cariñoso y fraternal pero a mi me encantaba. Sentía que, cuando me llamaba así, las cosas seguían intactas, como siempre, sin sentir el paso del tiempo.
Me hacía sentir pequeña, despreocupada, como si nada estuviese cambiando. Pero todo estaba cambiando.
Y todo iba a cambiar.
Asentí, con una sonrisa dibujada en mis labios. Mi padre abrió la puerta por completo y entró en mi habitación.
—¿Cómo estás? Cuando llegué ya te habías quedado dormida.
—Bueno, un poco decepcionada con no poder ver a mis amigos este fin de semana, pero al menos ha salido el sol.
Mi padre asintió con la cabeza.
—¿Y tú? ¿No llegarás tarde a trabajar? Pensaba que ya te habrías ido.
—Me han cambiado el turno de trabajo así que no entro hasta mediodía.
Conocía a mi padre, y por el modo en el que me estaba mirando, supe que quería decirme algo.
—¿Hay...algo que quieras decirme?
—¿Puedo?— preguntó, señalando la cama dónde yo estaba sentada.
Fruncí el ceño.
—¿Qué? Claro que sí.
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Fine Line
Teen FictionApril siempre había sido una niña bastante tranquila. Lucas, en cambio, un auténtico terremoto. April amaba ver películas viejas con su padre. Lucas adoraba jugar al baloncesto. Cuando se conocieron, ninguno de los dos se imaginó que sería el pr...