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La batalla empezó entre aquel demonio y pilar, muy reñida la verdad, pero no se perdiá la esperanza en que Rengoku ganara.

La pilar del insecto curaba las heridas de los cazadores, mientras ojeaba la pelea, estaba realmente preocupada.

-¡Señorita Shinobu! ¡Dejé de ayudarnos! ¡Usted descanse!¡Nosotros ayudaremos a Rengoku-san! - exclamó aquel pelirrojo en un tono agotado, intentó moverse, pero el dolor era insoportable.

-Mi deber como pilar es ayudarlos a los más débiles y asesinar demonios por un bien común - respondió la azabache decidida, mientras terminaba de vendar sus heridas.

Se levantó con un poco de molestia, los analgésicos le ayudaban bastante, ella no dejaría que Rengoku peleara solo, nadie morirá hoy día.

Rápidamente corrió hacía ellos, atacando al demonio. El cuerpo de Akaza era fuerte, como si estuviera cubierto de metal, su katana vibró ante el corte.

-Rengoku no está solo, grabatelo bien, luna superior tres
- susurró la más baja con veneno en sus palabras, para darle pase a mi compañero a que contratacara.

Ambos peleábamos contra aquel demonio y como si fuera magia, nuestros ataques eran efectivos, pero no a tal punto que lo debelitara para morir.

Aunque lo más extraño, es que nuestro enemigo solo atacaba a Rengoku, pero a mí no, espera podría ser que, ¿Akaza no le hacía nada a las mujeres? Si ese fuera el caso, ¡teníamos ventaja!

Cada que quería herir al pilar, yo me ponía en frente, efectuando mi respiración ¡Bingo! No me atacaba, solo desviaba sus ataques y eso no pasó desapercibido por mi compañero.

Debíamos de provechar todo momento, ya que se estaba poniendo más difícil la pelea. El efecto del analgésico, ya estaba pasando y Rengoku estaba muy cansado.

Había pasado un tiempo, la herida de ella se estaba abriendo, el pilar tenía rasguños y cortes de gravedad como en su ojo, abdomen e brazos

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Había pasado un tiempo, la herida de ella se estaba abriendo, el pilar tenía rasguños y cortes de gravedad como en su ojo, abdomen e brazos. Debían de aguantar un poco más, el sol ya salía.

-¿Ahora lo ven? De nada te sirve ser humano, porque algún día morirás - anunció el pelirosa sonriente, pensando que había "convencido" a los cazadores.

- ¡Preferimos morir! ¡Antes de convertirnos en seres como tú!

Nos preparamos para dar nuestro último ataque, este debe ser el definitivo, algo nos movía, era la fé.

- Mueran entonces....

Akaza fue contra ellos, su sonría volvió, una orgullosamente asquerosa, el rubio se preparó, no sin antes susurrarle algunas palabras a la contraria.

- Shinobu, cuida a mi familia y a los demás, ¿si?

Para después empujarme, él lo había planeado desde el principio, daría su vida por lo que creía, sin involucrar a alguien más. Yo también lo haría.

«¿Si fuera un chico tu me amarías?» || [Shinomitsu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora