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— Asesinaste a mi hermana y a la madre de este niño....¿Ya estás satisfecho?

—¡Aún no! ¡Mi único deseo ahora es cometerte hasta los huesos!¡Debes de tener un sabor muy delicioso! ¿Por qué no lo comprobamos? — el peli plateado iba atacarlos, su sonrisa se agrando, pero en el último momento se detuvo. Su compañero, Akaza, había muerto.

—¡Cambió de planes! Lamentablemente no podré quedarme por mucho tiempo ¡Así que me tengo que ir! ¡Estos mikos de cristal se encargarán de matarlos! ¡Buena suerte! — finalizó el demonio dando una reverencia a su público, dio media vuelta para caminar hacia la salida, su técnica demoníaca se encargará.

Este fue perseguido perseguido por Shinobu, no lo dejaría escapar así de fácil. Vengaria a todas esas personas.

Mientras tanto, Kanao e Inosuke peleaban con los mikos, dándole tiempo a la Pilar. Cada vez era más difícil ir a la par, la azabache tenía esquivar aquellos ataques mal dirigidos, llegar hacia Douma, por lo que tuvo que tomar decisión, que quizás sea muy arriesgado.

Shinobu corrió con todas sus fuerzas, la respiración se aceleró, el contrario pensó que lo atacaria, por lo que la atrapó a la joven entre sus brazos, abrazándola con mucha fuerza, se pudo oír un pequeño crujido.

Ella se quedó quieta, el poder de aquella luna superior era abrumador, sentía como sus uñas se encajaban en su delicada piel, el demonio no se iría sin llevarse a alguien.

Ambos cazadores al ver eso, tuvieron un escalofrío, se lanzaron hacia él con el fin de recuperar a la mujer, pero creó un buda de hielo sumamente gigantesco, este arremetió contra ellos, atrapandolos uno en cada mano. 

—¡Qué sencillo! ¡Los humanos son tan patéticos como tú! ¡Véanla morir mientras la devoro! ¡Despidete de ellos! — cuando escucharon eso, se les oprimio el corazón, trataron de escapar de aquella trampa con todas sus fuerzas, sin embargo, no lo lograron, empezaron a desesperarse.

La mirada de la azabache se dijo en Kanao e Inosuke, les dedico una sonrisa tranquila, pacífica, tan reconfortante, como diciendo "Está todo bien, tranquilos" Douma lamio primero su cuello, su aliento cálido la hizo temblar del asco, para que después, sus colmillos se clavaran en su carne, sacándole de un solo tirón un pedazo.

La Pilar soltó un pequeño quejido, aguantando las lágrimas, el contrario empezó a degustar su magnífico platillo, chupando su sangre y lamiendo todo lo que pueda. Era verdaderamente exquisita, digno de una mujer joven y bella.

Así fue por un buen rato, abrazándola en su brazos como una pareja de recién casados, la araña que atrapó a la mariposa entre sus fauces era la mejor descripción para ellos. Shinobu respiraba entrecortado, de manera lenta y angustiada, la piel blanca se tornó de un tono todavía más pálido.

Ella estaba perdiendo mucha sangre, trataba de mantenerse despierta para no caer inconsciente, debía de hacer esto, no hay otra manera. Solo espera que funcione.

— ¡Qué delicioso! ¡Me volveré adicto a ti! ¡Pero tengo que dejar el lugar! ¡Que pena! ¡Y yo que quería matarlos en persona! ¡Será para la próxima! Si sobreviven....

Sonrió sádicamente, beso la mejilla de la Pilar, lamiendo parte de sus lágrimas saladas, todo era festín para él, la tiró lejos como cualquier trozo de basura.

Este se limpió los labios, iba a abrir la puerta cuando sintió un terrible dolor en su cuerpo, su maravilloso rostro empezó a desaserce y la piel se llenaba de manchas moradas.

Sus técnicas se fueron debilitando, dejando a Kanao e Inosuke libres, estos aprovecharon la oportunidad y rápidamente lo empezaron a atacar, estaban muy enojado, ya que cada corte venía con más furia que el anterior.

«¿Si fuera un chico tu me amarías?» || [Shinomitsu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora