«¿Si fuera un chico tu me amarías?» || [Shinomitsu]

15

Tanjiro escucho gritos y quejas, ¡eran de los demonios! Corrió hacia ellos, pensó que se habían regenerado, grande fue su sorpresa al verlos pelear, diciendose cosas muy horribles.

—Ojalá nunca hubie.... — la boca de Gyutaro fue tapada por las manos del pelirrojo.

—Por favor, no peleen, son hermanos, deben de quererse mutuamente.... — susurró Tanjiro en un tono triste, quizás ambos la recordaban a la relación que tenía con Nezuko, jamás discutieron o algo parecido, pero que ellos sí lo hicieran, le rompía el corazón.

— ¡Hermano! ¡No quiero morir! Herma....

Algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas lastimadas, frunció el ceño, finalmente se había desintegrado.

— ¡Ume!

Ahora lo recordaba, su hermana se llamaba así, no Daki, ese era un nombre horrible, Ume le hacía juego a su belleza y de alguna manera, era mención a la enfermedad que mató a su madre. El demonio sonrió con tristeza, recordó su lamentable pasado antes de morir.

Tanjiro solo esperaba que se hayan reencontrado y que hicieran las paces, es muy doloroso y horrible perder a un hermano. Él ya pasó por eso, sintió que ese mismo día moría.

Cuando fue dónde sus amigos, encontró al Pilar de la serpiente burlándose de Tengen por tomar la decisión de retirarse del cuerpo de cazadores, pero había algo extraño, Zenitsu miraba a Obanai fríamente ¿Acaso le hizo algo?

Todo iba bien hasta que escucharon gritar a alguien, ¡era Shinobu!Rápidamente se dirigieron todos para ver que pasaba, aunque a Obanai no le importaba mucho, hasta que presenció lo que ocurría.

—¡¿Que le hiciste?! — el azabache caminó hacia ella, tomándola de su uniforme en un fuerte agarre.

—Tranquilo, no es momento para esto hay que.... — respondió Shinobu nerviosa, tratando de alejarlo.

— ¡Te lo advertí Kocho! ¡Tú serías la única culpable de todo! ¡Esto es tu culpa por ser débil! ¡¿Y así quieres proteger a Mitsuri!?

— Yo no....

Mis ojos se abrieron por completo al sentir su puño en mi rostro, me rompió la nariz, ya que dejé de respirar bien, caí al suelo dolorosamente, voltee a ver a la pelirosa a mi lado, que sufría de dolor, estaba dormida o eso parece, que bueno, así no observa la deprimente paliza qué él me dará.

Iguro no pudo más y se subió encima de la pilar, golpeandola lleno de ira y odio, estaba tan cegado por sus emociones que no le importaba si a Shinobu le ocurría algo.

La azabache solo pudo cerrar sus ojos por el dolor, derramando gotas saladas, no puso resistencia, porque muy en el fondo ella sabía que era su culpa. Si fuera más fuerte, ¿hubiera podido proteger a Mitsuri?

Ella se lamentó, temía por la vida de la pelirosa. Lo último que escucho la pilar, fueron los gritos de sus amigos rogándole a Iguro que parara y una imagen borrosa de Tengen sujetandolo por los hombres. Que día de mierda.