«¿Si fuera un chico tu me amarías?» || [Shinomitsu]

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Solo me pude lamentar, me retiré también del jardín de mi finca, no había motivo para quedarme, ni apetito tenía. Sin darme cuenta Kanao lo había visto todo, no me extrañaba que no lo supiera, tarde o temprano se enteraría, ella era muy lista, sabría leer la situación.

— Maestra, ¿por qué no le dice lo que siente a la señorita Mitsuri?

— Claro que le diría, es lo que deseo....

— ¿Entonces que la detiene?

— Yo....No puedo hacerlo, tan solo pensar que no me corresponda y que se arruine lo que teníamos, preferiría morir a que Mitsuri, ya no me vea por lo menos como una amiga....

—No entiendo muy bien los sentimientos de las personas, pero debe de ser muy malo para que usted llore.... — susurro la azabache avergonzada y culpable, está observó el suelo con algo de incómodidad. No la culpo paso por mucho, debe de ser difícil expresar tus emociones después de un evento traumatico.

—Oh, Kanao algun día te enamoraras, solo le pido al cielo que no te dañen y no pases por lo mismo que yo..... — Shinobu habló con una triste sonrisa, mientras le daba un leve apretón en el hombro a la contraria.

—Muchas gracias, por sus buenos deseos.... — respondió Kanao en un tono tímido para sonreír me nerviosamente, a lo que yo repetí la misma acción.

El día transcurrió normal, pero aun no podía quitarme esa imagen de la cabeza, de tan solo pensar que Mitsuri nunca se fijaría en mí.
Me hacia temblar de miedo....¿Tal vez si fuera un chico como Iguro ella me amaría?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por algo o más bien alguien, era: Tomioka Giyu, Pilar del agua.

Cambie rápidamente mi expresión del rostro, ahora me preguntaba, si yo amaba a Mitsuri....¿Por qué no me muestro como soy?

¡Oh! Es verdad, soy un maldito monstruo con sed de venganza y una ira que incrementa cada día....¿Como podría dañarla con mi ser? Yo no soy pura como ella, no me lo perdonaría si llegó a ensuciarla.

—Kocho, ¿estas bien? — preguntó Tomioka en una expresión neutra, como siempre, aunque el tono de preocupación era evidente.

—Ara Ara~ Tomioka, ¿no te dijeron que molestar a una persona es irrespetuoso? ¿O vives bajo una roca? — contestó la pilar con una sonrisa egocéntrica. Observándolo fijamente con sus ojos que parecían vacíos, oscuros, aterradores.

—Ni siquiera te moleste.... — murmuró el azabache confundido, rascándose la nuca nervioso.

—¿Acaso viniste a ver a Tanjiro? — mi sonrisa se ensancho, se veía escalofriante, casi maníaca — Tu silencio me hace deducir que sí — comentó la más baja, viendo como el contrario asentía.

—Dime....¿Acaso te gusta? Siempre lo vienes a ver y le traes regalos a él y a sus amigos.... — Shinobu analizó sus gestos, el sudor en su rostro, el temblor de sus manos, el enrojecimiento de sus mejillas y la mirada nerviosa. Dio en el blanco.