Maquiavelismo [KookMin] (Editando)

Chocolate.

Capítulo 2.

En su mayoría, la noche no me gustaba, era fría y solitaria y odiaba sentirme sola, odiaba sentirme abandonada, ese era mi mayor miedo, quedarme sola para siempre. Habían pasado dos días desde que fui a ver a JungKook, no había tenido el dinero para poder ir a verlo y aparte darle de comer a mis queridos hermanos. La herida en mi pómulo había sanado bastante bien, de igual manera estaba acostumbrada a los golpes que la vida me podía dar, la vida en este caso siendo JeonGyeon.

Si es que existía un dios como muchos decían, no me estaba ayudando, no sabía en que creer ¿Qué sentido tenía hacerlo si este te daba la espalda cuando más lo necesitas? Llevaba años rogando por mí, por mis hermanos y no había ninguna respuesta.

El amanecer no me daba calma en lo absoluto, de hecho me hacía sentir más miserable, las personas parecían tener una buena vida y demás pero yo, yo no tenía nada que hacer más que vagar por las calles cuando no estaba en la escuela. En su momento llegué a amarla pero ahora se me hacía tan insípida, nada que me interesara saber y además de eso le sumaba el acoso que recibía de los demás.

Cuando las clases terminaban hacía todo lo posible por ocultarme de mis acosadoras, chicas que no tenían nada mejor que hacer con su vida que martirizar la mía.

─¿A dónde vas, coneja?

Y ahí estaba de nuevo, la molesta voz de Sharon, la chica que se la pasaba molestándome hasta por respirar. Su apodo no me molestaba en lo absoluto ¿Qué tiene de malo que me digan así? Total, soy Usagi y significa conejo ¿impresionante? No, ¿original como insulto? Para nada.

No me di la vuelta, simplemente seguí mi camino.

─Te estoy hablando, vagabunda.

Seguí sin contestar, ellas venían detrás de mí, definitivamente querían mi atención pero si estaba en mis posibilidades escapar, claro que lo haría. Mis planes se vieron frustrados en el momento en el que una de ellas corrió a mí y jaló mis cabellos hacía tras haciéndome caer en el concreto del patio de la escuela, habían unas cuantas personas que vieron el altercado pero no estaba dispuesta a pelearme, la última vez que algo así sucedió llamaron a JeonGyeon y me tuvo una semana a base de agua, fue la primera vez que tuve tanta hambre y que comí cosas de las cuales me arrepiento.

─Cuando te hablo, tienes que mirarme y decir "¿Sí, señorita?

─No soy tu sirvienta, Sharon, que tu padre sea un estúpido mafioso no te hace la princesa de la mafia, no te da ningún valor.

─Cariño, tengo más poder que tú o que toda la directora así que será mejor que te calles.

─No me importa tu sentir de princesa de la cocaína, me va y me viene, tu no haces nada y si tu padre es un verdadero mafioso no se atrevería a tocar a una niña indefensa, eso hacen los mafiosos de verdad, si no les representas peligro ni siquiera te tocan.

─¿Y tú que vas a saber de eso?

Resulta que mi padre si era un mafioso de verdad, su alma era tan pura y noble que jamás haría eso, y si hablamos de la familia de JungKook, estaríamos igual, ellos eran jefes de verdad.

─No te incumbe, Sharon, así que deberías dejar de molestarme sólo porque te crees la gran mierda del mundo.

─La mierda eres tú, Rebeca. Sola, sin padres y con unos hermanos a los cuales que cuidar, estás sola en el mundo porque tus papis están muertos.

─¿Y luego? ¿Eso debería afectarme?

─Claro que sí, prefirieron morirse antes que tenerte como hija. La historia de tu papi suicidándose con pastillas solo porque te odiaba... si que es duro.