Sin cumpleaños.

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Capítulo 18.



A mí me gustaban mucho los cumpleaños... O al menos así era hasta que papá murió y dejé de celebrarlos, ahora solo eran días comunes, el último buen cumpleaños que tuve fue cuando JungKook vivía con nosotros y me regalaron un teclado eléctrico, aprendí a tocar muchas canciones en él, pero cuando papá murió se quedó en esa casa, nunca lo volví a recuperar y estoy segura de que mis manos han olvidado como tocar esas canciones, de seguro mis dedos estarían mas tiesos que nunca y mi cerebro habría mandado todos esos recuerdos a un pozo sin fondo. 

Ahora que cumplía los 17 años me daba cuenta de que no todo es como lo dicen las películas y las novelas de adolescentes, no tuve un estúpido romance, no me pelee con mis padres y fui rebelde... de hecho, he pasado desde los nueve años pensando en una venganza hacía las personas que arruinaron mi vida, mi único romance ha sido el deseo de venganza y mis únicas peleas han sido con JungKook -quien no es mi padre- para poder saber cuál es el siguiente paso en el plan de venganza. 

Hace poco había sido el cumpleaños de Minji y había pasado de ser una chica de quince años con mentalidad de ocho a ser una niña de dieciséis con mentalidad de una de diez y es que ella había avanzado unos cuantos años mentales debido a todo lo que había estado pasando. No sabía si JungKook recordaba el cumpleaños de su hija, no se hizo ninguna fiesta pero probablemente le había dicho algo, por mi parte, no esperaba nada de nadie, Taehyung... bueno, papá no sabía mi fecha de nacimiento y no se había preocupado en preguntar, o no le interesaba o su mente estaba en cosas más importantes que en la fecha de nacimiento de la hija que nunca conoció. 

Los gemelos nunca habían celebrado su cumpleaños y me gustaría decir que para esta ocasión las cosas cambiarían pero la verdad es que no podía decir mucho de eso, no lo creí, era prácticamente improbable y no quería ilusionar sus mentes con una fiesta o regalos, lo que siempre hacía era comprar algo parecido a un pastelillo, uno para cada quien, les decía que pidieran un deseo al cielo y listo, cuando me preguntaron el porqué, yo sólo les dije que de vez en cuando era necesario que pidieran un deseo, nunca me han dicho lo que han pedido y no me preocupo por preguntárselos, según la magia de los deseos, estos no se deben de decir si queremos que se cumplan, por mi parte no creo en la magia por que siempre pedí tener una familia feliz y lo único que he obtenido es sufrimiento. 

Ya era de noche cuando decidí acercarme a JungKook, como siempre, Minji y yo juntas para atacarlo y saber sus planes, entramos a su habitación, esta seguía siendo el mismo basurero de siempre pero ya no nos molestaba ni preocupaba. 

—¿Cómo vas? —fue lo primero que le dije y después tomé asiento en lo que creí que era una parte libre de su cama que estaba llena de ropa y basura.

—¿Qué hacen despiertas tan noche?

—¿Deberíamos preguntarte a ti lo mismo? —dijo Minji mientras se dedicaba a recoger los envoltorios desperdigados por el suelo.

—Bueno. Tal vez, pero yo soy el adulto y ustedes todavía no, así que el que merece explicaciones soy yo y no ustedes. 

—No podemos dormir —le dije—. Demasiados pensamientos incesantes en la cabeza.

—Pónganse a jugar algo y déjenme hacer mi trabajo en paz. 

—¿Y se puede saber cuál es tu trabajo? 

—No, es secreto de estado que no deben de saber porque es muy peligroso. 

—¿Podrías al menos decirnos un poco? La incertidumbre no es buena si quieres que durmamos temprano. 

Él dejó de teclear en la computadora y me miró, nos miró a ambas, negó cuando vio a Minji recoger su basura y le dijo que dejara de hacerlo, ella obedeció y se sentó al lado de mí, pareció dudar el hecho de decirnos o no pero termino cediendo como la mayor parte de las veces. 

Maquiavelismo  [KookMin] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora