Maquiavelismo [KookMin] (Editando)

Joe.

Capítulo 8.

Tenía muchas preguntas y cero respuestas; JungKook era como una caja llena de secretos, parecía tener la respuesta a todas mis preguntas pero era demasiado egoísta como para revelarlas y por eso comenzaba a odiarlo.
Si bien se veía como si cargara un gran peso en los hombros no me sentía compadeciente por qué no dejaba que nadie lo ayudará, ni siquiera sus hermanos.
Aún no sabía a quién se refería cuando dijo que debía de traer a alguien, de eso ya habían pasado dos días y dos días desde que Minji y yo nos ocultábamos para evitar reprimendas aunque solo un día quería estar libre de la escuela y de cualquier preocupación extra, mis hermanos eran felices y ahora nadie necesitaba de mi ayuda así que después de que JungSun me hubiera dejado en la escuela el día de hoy, fingí entrar y después escapé, hoy era mi día libre.

Vagué por las calles sin un rumbo fijo, lo único que quería hacer era no pensar en nada, mis pies me guiaron automáticamente a la tienda de conveniencia de Joe, el mejor lugar para mí, en dónde me sentía segura y que todo marchaba bien. Al entrar, la campanilla sonó y el olor a café de máquina me golpeó con fuerza y me abrió el apetito, nunca había sido fan del café, pero siempre me habría el apetito entrar a la tienda de Joe, lamentablemente él no estaba ahí, solo estaba su hermano.

Me agradaba su hermano, transmitía una buena vibra pero no me daba la misma confianza que Joe, lo conocía muy bien pero a su hermano no.

—¿Cómo estás, Rebeca? Joe te extraña mucho, ya casi no te apareces por aquí.

—Ya no vivo en esta área, la verdad es que me mudé junto a mis hermanos y el lugar ya no me queda cerca, venía solo para saludar a Joe pero veo que no está.

—Él regresa en un rato ¿Porqué no comes algo?

—No traigo dinero.

—Cortesía, toma lo que quieras.

Su sonrisa era muy amable, así que hice caso y tome solo un sándwich empaquetado del refrigerador, lo metí al microondas y después me senté frente al ventanal y vi a la gente pasar.

Sentía la mirada de aquel hombre pero no era pesada, más bien era como el de una persona con curiosidad pero ya había pasado mucho tiempo, y así como había terminado de comer, Joe no aparecía, así que tiré mi basura al contenedor y me dispuse a irme.

—No creo poder esperarlo un poco más así que creo que es hora de irme.

Él se atravesó en mi camino y eso me hizo retroceder un poco, sentí incomodidad en el momento en el que él acarició mi cabello y sonrió.

—Me gustaría que te quedarás otro rato, sin duda Joe se pondrá muy feliz cuando te vea aquí.

—Sí, bueno. Es que en verdad no puedo seguirlo esperando, tal vez venga el día de mañana.

—De acuerdo, bonita. Si no te puedes quedar no hay nada que hacer.

Él se quitó de la puerta y me dió el paso, me sonrió y me dijo que tuviera un buen día, eso fue todo. Sin duda había sido un poco raro pero nada fuera de lo común, o eso quería creer yo pero tal vez sería mejor cuando Joe estuviera, me daba mucha más confianza que él.

Seguí vagando por un tiempo hasta que fuera la hora adecuada de regresar a la escuela, me escondí tras unos arbustos y esperé ver a Minji acercarse, fue cuando salí y me coloqué detrás de ella.

—¿En dónde estuviste?

Me dijo ella, no lucía asustada de verme de repente pero tal vez si estaba nerviosa porque no sabría que decir si me descubrían.

—No te importa, sólo sígueme la corriente y si te preguntan di que estuve todo el día en la escuela, un día normal ¿Entiendes?

Ella asintió y subimos a la camioneta. Cómo siempre, el conductor era JungSun y si podía ser sincera, últimamente lo había visto demasiado tenso, como si pensara en todo y a la vez en nada.
Cuando llegamos a la casa y abrí la puerta, encontré a JungKook y a JungDuck teniendo una pequeña discusión que callaron al instante cuando vieron a Demian, parecía que le quería ocultar algo, de las palabras que alcancé a oir fueron un: “Traerlo ya” y  “No es buena idea”. Era el mismo tema, lo mismo que le había escuchado decir a JungKook cuando salí de la cocina aquel día pero ¿Porqué mantenerlo en secreto? Y ¿A quién?