Maquiavelismo [KookMin] (Editando)

Confianza.

Capítulo 14.

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Había algo que no lograba comprender del todo, quisiera creer que la vida era como un juego de mesa en el que ganas o pierdes pero parecía más un perder y perder, o al menos eso pensaba cuando veía a JungKook y sus hermanos; no sabía que clase relación compartieron cuando eran niños pero parecía que no había rastro alguno de eso cuando los veía ahora, se evitaban las miradas o más bien era JungKook quien le evitaba las miradas a todo el mundo por qué si podía ver a Gahyeon mirándolo con cierto reproche por su estado de resaca, su estado ojeroso era normal pero el color pálido en su piel, su olor a muerto y el temblor de su párpado derecho indicaban una severa resaca, no le veo ningún parecido a ese hombre con el JungKook que papá describe en sus diarios.

No veía por ningún lado al hombre atlético, guapo y sexi que papá describía aunque también puede ser por el hecho de que lo veo como un padre... Pero TaeHyung sigue siendo guapo y JungKook ... JungKook ni salud tenía en esos momentos.

Con el paso del día él se encerró en su habitación y parecía haber muerto pues no contestaba y no hacía ruido y como la persona tan curiosa -por no decir metiche- que era, junto a mi mejor lacaya -guion amiga aunque no la quería- Minji entramos a la habitación sin que nadie nos viera, fue con ayuda de un pasador de Alice y un hilo de uno de los vestidos de Minji que logramos abrir la puerta, fue mágicamente delictivo. Se escuchaba la regadera abierta, el cuarto estaba más ordenado de lo que habría esperado pero nos impactamos al ver una botella de alcohol rota y sangre en el suelo, ambas fuimos a él baño y con todo el riesgo de encontrar algo horrible entramos; JungKook estaba de pie en la regadera con la ropa puesta, estaba empapado y me pregunté si estaba ahí desde que entró a la habitación, su mirada estaba perdida en los azulejos y de la mano izquierda escurría agua rojiza.

Parecía que no nos había visto ni escuchado pero él fue quien rompió el silencio.

—Antes el alcohol me ayudaba sentirme mejor, a aliviar el dolor y las penas y creí que me serviría de nuevo para recordar pero lo único que está haciendo es todo más borroso y difuso.

—¿Qué quieres recordar? —me acerqué a la regadera, él no me miró, solo suspiró —. ¿No recuerdas a papá?

—No recuerdo a Emma, no recuerdo a Jimin... No me recuerdo a mi mismo.

—Podemos ayudar a recordartelo.

Cuando MinJi habló, JungKook nos miró, su mirada tan vacía, tan triste... Era escalofriante y dolorosa al mismo tiempo.

—No la recuerdo tampoco, no recuerdo a mamá pero dicen que dos cabezas piensan mejor que una y podemos recordarla juntos.

—Emma... Ella era desinhibida, recuerdo su personalidad, le gustaba ser sincera, hablar con la verdad, no le tenía miedo a nada. Sus ojos brillaban cuando sonreía, tenía una hermosa sonrisa, sus manos siempre eran frías sin importar qué, le gustaba la comida chatarra y gastar mucho dinero en ello, era adicta a los juegos de terror y su estación favorita del año era invierno... No me mal entiendan, recuerdo esos detalles pero se siente tan irreal, lejano, casi como si fuera un sueño.

—¿Que recuerdas de papá?

—Su color favorita era el rosa, le gustaba la ropa llamativa y fingía que no le importaba que lo mirarán, amaba bailar con todo su corazón pero se sentía insuficiente, la medicina le gustaba pero no era su pasión, le gustaba la adrenalina aunque fuera ajeno a ello, comía hamburguesas en exceso y su caramelo favorito era el de fresa, tengo tantos detalles que nunca acabaría pero él es el que se siente aún más lejano, como si nunca hubiera existido, siento que la sensación de tocarlo solo estuvo en mis manos por medio de un sueño... Tal vez me terminaría de volver loco si no las viera a ustedes.