No desconfiar.

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Capítulo 17.

El ballet me gustaba mucho, no sólo era algo verdaderamente bello sino que también me transmitía muchos sentimientos, a mi parecer, era una manera de expresar cosas que no podías decir, cosas que no podías escribir y que sólo tu cuerpo podía expresar, como las olas del mar que se dejan fuir con naturalidad así era el ballet, los bailarines eran aquellas olas que fluian con fuerza pero al mismo tiempo con naturalidad, quería perderme en ellas para siempre. Pero mientras tanto, me encontraba en un mar enojado que no dejaba de aventar olas con fuerza y cero naturalidad.

Finalmente, JungKook nos sacó de la habitación y Minji y yo bajamos a ver los ensayos de los bailarines, tan perfectos como sólo ellos sabían. Después de un momento de admiración, JungKook llegó de nuevo y nos fuimos de la academia de baile, pasámos por mis hermanos y llegamos al hotel.

—Esto es lo que pasará, niñas. Nos quédaremos aquí hasta que encuentre la manera correcta de llevar a cabo mi plan junto a Aleksandr, pero en esto tambien tienen que ver ustedes, procuren, por lo que más quieran no hacer tanto escándalo, pasemos desapercibidos y ante todo, si alguno de mis hermanos las llaman o incluso Taehyung, no contesten.

Iba a preguntar el porqué, pero recordé a aquel hombre diciéndole que tenía que tener cuidado con las personas que lo rodeaban, en especial con su familia, me imagino que en ese momento, JungKook desconfiaba hasta de su propia sombra, así que sería una buena niña y me quedaría callada y haría lo posible por quedarme callada, por que era la primera vez en mucho tiempo que veía a JungKook entusiasmado por algo que no fuera morirse.

Minji y yo asentimos al mismo tiempo, yo me pregunté qué haríamos todo ese tiempo en un país que no conocíamos, sin nada que hacer y con cero conocimiento del idioma o de los lugares, además de que el frío era infernal pero no quería darle más cosas de las cuales preocuparse a JungKook, ya debería de estar teniendo demasiadas cosas en la cabeza como para que se ponga a pensar por nosotras las cosas que teníamos que hacer.

A pesar de eso, todos los días comenzamos a ir a la academia del Bolshói en donde JungKook conversaba con aquel hombre, el cual, muy a su manera miraba a Minji cuando JungKook no lo miraba y comenzaba a darme miedo por que le guiñaba el ojo a ella y ella se sonrojaba... señor, es una niña y de seguro usted está mas pisado que su misma ciudad.

En este punto, no entendía como era que pasé de odiar a Minji a tolerarla, después a sentirla mi amiga y ahora a preocuparme por su salud mental y física, ese hombre tenía cara de ser "sado".

Desde que habíamos llegado, nuestra vida era un poco más movida pero no creía que lo suficiente como para estar haciendo algo por resolver todo el asunto, sin embargo había algo que me ponía a pensar demasiado, el estado de ánimo de JungKook empeoraba con cada día que pasaba, habíamos pasado de que fuera algo brillante en porquería a una más de las porquerías y eso sin ofender, por qué de repente se veía nuevamente como el muerto de siempre y no sabía cómo sentirme al respecto.

Comenzaba a cansarme de todo esto y solo anhelaba que todo terminara, era ese mi sueño, que todo terminara de una buena vez.

Luego de dos semanas o un poco más –no llevaba la cuenta en realidad– emprendimos el regreso a Londres pero esta vez desde el avión privado del hombre que no dejaba de ver a Minji y ella no dejaba de sonrojarse con cada mirada.

—¿De verdad le crees que no sea un pedófilo?

Le dije a JungKook, me había sentado al lado de él en el avión, dejando a Minji dormida con mis hermanos.

—De hecho yo creí que era gay, no que le gustarán las mujeres y mucho menos las menores.

—¿No has visto como mira a Minji? Y peor aún, el como ella lo mira a él.

Maquiavelismo  [KookMin] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora