Aleksandr Fömin.

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Capítulo 16.

El frío quemaba mis mejillas, mis manos temblaban con fuerza y mis dientes castañeaban sin que yo lo intentara, estaba nevando como si fuera una fuerte lluvia pero seguía viendo a la gente ir y venir por todos lados. Minji se veía más tranquila, el vaho que salía de su boca decía que sí hacía frío y no era mi imaginación, además de que su nariz estaba terriblemente roja como Rodolfo El reno.

Así que aquí estábamos, en Moscú. JungKook no se negó a llevarnos cuando aparecimos frente a él con nuestras mochilas en nuestras espaldas, sólo nos miró como si estuviéramos locas y puso cara de pocos amigos cuando vio a mis hermanos también, estaba comenzado a dudar de que no le agradaban. No dijo nada, solo hice una seña con la cabeza y subimos al auto para ir directo al aeropuerto; se había robado el pasaporte de Dominick y por eso habíamos logrado salir aunque también algo me decía que nos llevaría porque los boletos aparecieron mágicamente en sus manos.

Y ahora estábamos en busca del famoso Aleksandr, JungKook parecía saber a dónde ir pero yo solo permanecía alerta porque era un nuevo lugar, otro idioma... Otro todo.
Me mareé de tan solo pensar que nos dirigíamos a una boca de lobo con dientes muy afilados.

Nos habíamos hospedado en un hotel de mala muerte, pasábamos desapercibidos y eso era lo importante aunque las camas eran incómodas, JungKook había dejado a mis hermanos en una especie de guardería que hasta ahora había sido en lo que más se había gastado.
Llegamos a un lugar que parecía un especie de casa para ricos, tenía una gran entrada y jardines blancos cubiertos por la nieve, además de una fuente que, aunque estaba vacía se veía hermosa, los pisos eran blancos y me reflejaba en ellos de lo limpios que estaban, la entrada era amplia, había grandes columnas que hacían que todo se viera elegante y luego una enorme puerta con grandes detalles, me quedaría observándola toda mi vida y no terminaría de admirarla, cuando logramos entrar escuché nuestros pasos resonar y me dio escalofríos, dentro estaba "cálido" comparado con el clima de afuera. El lugar era enorme y hermoso.

—¿Que hacemos en el Bolshói?

Escuché a Minji a mi lado y yo me quedé en blanco ¿Estábamos en el Bolshói? ¿Qué mierda hacíamos en una academia de ballet?

—Buscamos al hombre de las respuestas.

Caminamos hasta la sala principal de prácticas, se podía escuchar la música de un musical que hasta el momento no había logrado reconocer. JungKook se dirigió a la mujer que miraba todo desde la cabeza de la sala mientras yo veía a todos los bailarines.

—Es la parte final del primer acto de Giselle. Una historia de romance muy triste, al final, por el engaño de su amado se vuelve loca y es llevada a la muerte.

—¿Su amado la engañó?

—Se hizo pasar por alguien que no era y cuando ella lo descubrió terminó en la locura y muerta.

Locura y muerte... Parece que esas dos palabras persiguen la vida de los que me rodean y al parecer me rodean a mí.

—Vengan, niñas.

Subimos unos cuantos escalones hasta llegar a una sala diferente al resto, era una especie de oficina camuflada.

—No sabía que te gustaba el ballet —escuché decir a JungKook y el sonido de una puerta abrirse, el eco de los pies del hombre resonó, era al que buscábamos—. No te ves como alguien sensible.

Él hombre nos miró, sus facciones eran más fuertes que las que se veían en la fotografía e inspiraba algo de miedo.

—No sabía que eras niñero.

Su fuerte acento en sus palabras provocaba incluso más miedo.

—Necesito respuestas y yo sé que solo tu las tienes.

Maquiavelismo  [KookMin] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora