Capítulo VI

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Eres mucho más linda cuando ríes.


—¿Cómo te fué? —preguntó Candy a William cuando éste se hubo acercado hasta donde estaban ella y Terrence.

—Bien. —contestó él mientras escrutaba con la mirada al moreno.

—Hola William, que bueno saludarte. —respondió con su icónica sonrisa ladeada.

—Esa seguridad que siempre tenía Terry a veces le resultaba insoportable ¿por qué se sentía tan seguro al lado de Candy? —Había escuchado de la abuela que estabas en Chicago, es bueno verte también, veo que ya conoces a mi esposa. —dijo enfatizando en "mi esposa".

—Así es, tengo el placer de conocerla, Candy y yo somos buenos amigos. —afirmó el moreno.

—Ya veo. —levantó una ceja y miró a la rubia, no sabía porqué se sentía de esa manera, algó le hacía sentir enojado, seguramente Candy tenía muchos amigos y hasta admiradores, en ese momento supo lo poco familiarizado que estaba con ella, de repente quiso saber todo acerca de esa chica.

—Sí, nos conocimos en el orfanato, Terry es...

—¡Ejem! bueno yo debo irme, Candy dijistes que estabas cansada lo mejor será que entres, nos veremos en otra oportunidad. —Terence interrumpió las palabras de ella, William no debía saber que para Candy él era un sacerdote, de lo contrario se vería descubierto de una forma vergonzosa porque evidentemente Andrew sabía que eso no era cierto—. William fue bueno verte, felicidades por tu matrimonio, te llevaste un tesoro —agregó y le regaló una sonrisa a Candy después de ese halago.

William interpretó aquel arranque del moreno como algo sospechoso, pero no quería sacar conclusiones apresuradas, sin embargo la manera en la elogiaba y miraba a su esposa le causaba molestia ¿acaso le gustaba? —gracias. —fue lo único que respondió y estrechó la mano del moreno mientras se despedían.

William emprendió el paso hacía la puertas que llevaban al jardín externo, Candy lo siguió, iban cruzando cerca de una fuente cuando él detuvo sus pasos y dió media vuelta enfrentandola, ella se sorprendió un poco, se veía ¿Irritado? la expresión de su rostro era tensa.

—¿Qué pequeño es el mundo no? Quién diría que conocías a Grandchester.

—La verdad no tenemos mucho tiempo de conocernos.

—Mmm ya veo, entonces eres buena para hacerte de amigos rápidamente.

—Bueno eso no lo sé, pero quizás nos acercamos rápido ya que es generoso y me ha ayudado mucho.

—¿Generoso? Já, no sabía que el rebelde de Terry ahora era generoso, bueno supongo que la gente cambia. —expresó con ironía.

—¿Rebelde? —preguntó ella.

—Bueno, no importa, entremos, será mejor pensar y hablar sobre otras cosas —dijo evadiendo el tema sobre la amistad de ella con Terry, no quería abrir un espacio para decir cosas que no debía.

—¡Oh miren! ya están aquí —comentó Elroy Andrew, al ver a los recién casados entrar.

William y Candy fueron recibidos por la matriarca, Leonard Brower y algunos miembros del concejo mayor, estaban todos reunidos en el salón principal, para Candy fue incómodo hallarse frente aquellos desconocidos, no se sentía para nada presentable luego de un largo día. Para William fue una sorpresa encontrarlos ahí, él no sabía nada acerca de esa reunión, pero lo que le sorprendió aún más fue ver a la abuela como si nada después del desmayo que sufrió más temprano.

DESTINADO A TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora