Érase una vez lo inesperado.
Chicago, dos semanas después.
– Y si mesclamos amarillo con azul ¿que obtenemos? –Preguntaba Candy mientras dibujaba en la pizarra.
– ¡VERDE! – contestaban al unísono los pequeños niños del hogar de pony.
–¡Muy bien!
– ¡Din don! ¡din don! –Sonaban las campañas que anunciaban que la clase llegaba a su fin. –Bueno mis pequeños eso es todo por hoy, lo han hecho excelente, recuer.... –hablaba la joven maestra cuando se vió interrumpida.
– ¡Holaaaa¡ ¿quién quiere dulces? –Irrumpió en el pequeño salón una alegre pelirroja.
– Los pequeños rostros se iluminaron cuando vieron a Karen entrar por la puerta. –¡Yo! ¡yo! ¡yo, quiero! –respondían dando saltos y levantando las manitos.
– Tranquilos, hay suficiente para todos –decía complacida por aquel entusiasmo.
– ¡Karen! –intervino Candy. –los vas a malacostumbrar.
– ¡Ay! ya relajate amiga. –contestaba Karen mientras comenzaba a repartir dulces a los pequeños que se disponían a hacer una fila frente ella.
– Se te está volviendo una costumbre darles dulces y helados cada viernes –la rubia la miraba levantando una de sus cejas.
– Me hace feliz hacerlo, así que déjame ser feliz querida mía –respondió su interlocutora sin voltear a mirar.
– Candy solo rodó los ojos. –No tienes remedio. Compartieron un rato con los niños, organizaron el pequeño salón, guardaron pinturas, pinceles, crayones y todo tipo de materiales artísticos, cuando terminaron, los niños se marcharon del lugar dejando a Karen y Candy solas.
– Candy ¿qué harás mañana? –preguntó Karen y agregó –vayamos al cine.
– Me temo que no voy a poder ir. –respondió candy apenada, no le gustaba decir que no.
– ¿Por qué? –Karen inclinó su cabeza a un lado –No me digas que...
– No, no es ningún favor, ni recado, ni nada de lo que te imaginas.
– ¿Entonces?
– Los nuevos padres de Tom, el señor y la señora Bristol, me invitaron a una celebración donde presentarán oficialmente a Tom como su hijo en sociedad.
– ¿En serio? –comentó Karen abriendo un poco sus ojos –eso está muy cool.
– Si, la verdad me alegra mucho que le den tanto amor a mi querido Tom. –decía Candy sincera –pero me imagino que va a asistir mucha gente de la alta sociedad y siento que me voy a sentir algo incómoda ¿por qué no me acompañas?
– ¿Yo?
– Si, dijeron que podía llevar un acompañante.
– Ves, deberías tener un novio, a esas cosas se va con novio, no con amigas Candy.
– Que novio ni que nada, vamos Karen acompáñame porfiiiis –Candy unía las palmas de sus manos en señal de ruego.
– ¡Ay! está bien, voy contigo pero con una condición –la miraba cómplice.
– ¿Cuál? –respondió la rubia con los ojos entrecerrados anticipando lo que pediría.
– Dejarás que yo me encargue de tu arreglo.
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DESTINADO A TU AMOR
FanficWilliam Andrew es el heredero de las empresas de su familia. Candice White es maestra de arte de tercer grado en un orfanato. Pero una noche sus destinos se cruzan y como resultado ella queda embarazada. Las circunstancias los llevan a contraer un m...