Capítulo IX

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"Me enamoré de él cómo cuando te quedas dormido, primero despacio, y luego de repente".

Jhon Green (Bajo la misma estrella)




Los recién casados estaban uno al lado del otro en la gran cama, ambos estaban tensos y miraban al techo. La rubia apretaba las sábanas contra su pecho "Tú no sientes nada, solo te sientes cómoda" se repetía a sí misma, aunque los latidos de su corazón sabotearan sus propios pensamientos. Mientras la chica se encontraba en medio de la batalla de la mente y el corazón, su esposo no estaba muy lejos de la situación. William se sorprendió al sentir tanta tensión sexual al lado de aquella mujer, el aroma a rosas que ella despedía junto con la respiración pesada hacían eco en la habitación y lo estaban volviendo loco. Candy no estaba haciendo nada, absolutamente nada y aún así él sentía que el fuego lo quemaba por dentro. No podía recordar cuándo fue la última vez que sintió algo parecido, aquello lo hizo caer en cuenta que la distancia prolongada entre Amber y él le hizo olvidar lo que una mujer puede causar en un hombre. Él creía que la espera acumularía el deseo por ella, pero lo que hizo fue levantar un iceberg entre los dos. Cuando Will salió de sus cavilaciones, se dió cuenta de que Candy ya se había quedado dormida "¿cómo puedes dormir en un momento como éste?" le preguntó en un susurro. La rubia se acomodó involuntariamente mientras seguía sumida en el sueño, el movimiento hizo que su rostro quedara frente al de él, el hombre la contempló por un largo rato, mirarla le dió tanta paz que olvidó aquella excitación y poco a poco fue cayendo en un sueño profundo.

William salió a trotar temprano por la mañana, el sol aún no emitía sus primeros rayos. Estaba trotando en una zona verde de Gold Coast, vecindario donde se encontraba ubicada la mansión de lakewood (residencia de los Andrew) en el trayecto se topó con Terry, quien también se encontraba haciendo la misma actividad física.

-Buenos días, William. -saludó el moreno.

-¿Eres una especie de fantasma? ¿por qué estás en todas partes? -preguntó mientras seguía la marcha.

-Vivo por esta zona.

-Mmm ya veo. -dijo el rubio entre dientes.

Will aceleró más el trote intentando zafarse de Terrence, el moreno quedó atrás pero unos segundos después lo alcanzó e incluso se adelantó, "ni creas que me vas a vencer" musitó mirando al hijo del duque de Grandchester, aceleró más y le tomó ventaja, pero Terry tampoco se dejó vencer. Así ambos empezaron una carrera improvisada.

-Ya ríndete. -dijo William entre jadeos.

-Rendirse no está en mi diccionario. -comentó Terry igual de exhausto.

Cuando la fatiga los venció, ambos cayeron en el césped de la alameda. Terrence se daba golpes en los muslos debido al calambre que le causó el trote acelerado. William tenía el rostro colorado, los mechones de su cabello se tornaron oscuros debido al sudor, algunos caían y se le quedaban pegados al rostro.

-Las ideas que has dado para el proyecto no son malas. -comentó el rubio.

-Lo sé, soy excelente en lo que hago. -contestó el moreno presumiendo.

-Já, me agrada tu confianza, pero tu utilidad está por verse.

-Achovechala. -dijo el artista dándose aires.

DESTINADO A TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora