TLALOC

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Einar 

Hoy era mi cumpleaños y no podía estar más feliz , no por el día , si no por la persona que se encontraba a mi lado. Elisa.

-¿En qué tanto piensas?

EN TI

-En nada

Ella me miró incrédula , como si supiera en qué pensaba , ojala y no. Elisa regresó su mirada al sol y yo pude ver su pálida piel , como resaltaba aún más con la luz del atardecer.

-¿Por qué me miras tanto? - me pregunto sin quitar la mira del atardecer

-Porque eres muy hermosa

¿Lo dije o lo pensé?

Volteo hacia mí y me dedico una sonrisa inocente.

-¿No deberíamos estar con los demás? - me pregunto

-Es aburrido estar con los demás

-Pero con ellos esta tu regalo

-¿Regalo? , no debiste molestarte , contigo es más que suficiente

-Ya vámonos - me dijo cuando note que se ruborizo levemente

Caminamos por toda la orilla de la playa con los zapatos en la mano y olas mojándonos los pies. Llegamos un lugar apartado de los turistas con una vista hermosa.

-¿Ya se estaban dando sus besotes? - me pregunto Azriel

-¿Y los sobrinos para cuándo? - habló Santiago

No sé por qué , pero Elisa se tensó al escuchar la pregunta y su expresión cambió a una triste

-¡Oye! - se quejó Santiago cuando Emma le dio un golpe en la cabeza - ¿Por qué la agresión?

-Ni sabemos cruzar la calle y ya estas pidiendo sobrinos - dijo Emma

Me senté sobre aquella manta de picnic que estaba sobre la arena y Elisa se posicionó al lado de mí.

Había un pastel de Iron Man en medio de todos y con unas velas con el número diez y siete encendidas arriba de él.

-Cada año más viejo - dijo Karla - pero yo no

-Tu cumples hasta diciembre - le reclamó Elisa

-¿Y qué? - le respondió Karla

-Esta chiquita debemos cuidarla - dijo Santiago.

No tuve tiempo de disfrutar mi rebana de pastel porque un perro llego de la nada e interrumpió todo.

-Ay , se me escapo - Dijo Azriel con cero tono de disculpa

-Te dije que todavía no maldito ser despreciable - dijo Elisa

-¿Todavía no qué? - dije tratando que quitarme al cachorro de encima

-Era tu regalo por parte de todos - me dijo Isabel - pero a este se le escapo - lo golpeo en la nuca

-¿Sorpresa? - dijo Santiago

-Gracias - dije con el perro lamiéndome la cara

Pasamos lo que quedó de la tarde entre risas y juegos con el pequeño perro al cual nombre Tlaloc , un dios azteca del antiguo México.
No podría ser más feliz , tenía a la mujer que amaba a mi lado , a unos bueno amigos que han estado conmigo la mitad de mi vida , un perro. Aunque sé que cierta persona no tiene una vida feliz pero la apoyo en lo que puedo , en lo que necesita.

-¿Como conseguiste al perro? - le pregunté

Elisa se encogió de hombros

-¿Tu no le tenías fobia a los perros? - le dijo Azriel

-Si

-¿y como lo encontraste?

-Pues iba caminando por la calle y me lo encontré abandonado

-Tú y tu corazón frágil - le dijo Santiago

Ella simplemente se encogió de hombros. La noche estaba cada vez más cerca de que llegara y los dos estábamos acostados en la arena viendo al sol esconderse atrás del mar y la luna tomando su lugar , era una muy hermosa vista.

Isabel y Azriel se habían metido al mar a jugar con las olas y el pequeño Tlaloc jugaba en la orilla del mar con Emma , Santiago y Karla estaban lo bastante alejados de nosotros como para darnos privacidad.

-¿No es hermoso? - me dijo Elisa

-¿Que es hermoso?

-El cielo estrellado

Y vaya que lo era , porque el cielo no era negro , era morado y los puntitos blancos que resaltaban del como estrellas lo hacían ver aún más hermoso

-Si , si lo es

-A veces , me gusta pensar , que alguna de esas estrellas es mi padre , un pequeño puntito de luz que te iluminaba hasta en el día más oscuro. - pauso - Pero hasta las estrellas se apagan.

-Menos la luna - le dije , observando aquel círculo enorme color plata

-Hasta la luna llega a morir entre las nubes , todo muere y todos perdemos.

-Nunca le ves lo positivo a nada - reclame

-Es que nada es positivo

-Tortolitos - dijo Azriel - ya vámonos

Levante la cabeza y vi como Isabel se estaba muriendo en la arena

-¿Que le paso? - le pregunté a Azriel

-La arrastró una ola y casi se me muere

Elisa rio a carcajadas ante lo sucedido con Isabel quien la mataba con la mirada , hace mucho que no veía esa sonrisa , desde ese cuatro de julio del 2015.

Nos fuimos de la playa con todo en mano , dejando limpio nuestro lugar , que responsables somos. Subimos al automóvil de Isabel y nos dejó en nuestra casa.

En cuanto entre a mi madre le dio un paro cardiaco por la ternura de aquel cachorro , mi padre estaba comiendo en la cocina y me miró como si supiera con quienes había estado , más bien con quien.

Deje que Tlaloc se paseara por toda la casa y la conociera por el mismo , yo era feliz , mi perro era feliz , mis padres eran felices , Elisa estaba intentando ser feliz. No podía pedir una mejor vida. Aunque si pudiera pedir más acciones para mejorarla , pero no creo ser lo suficientemente valiente como para cumplirlas por mi cuenta.

ÁRBOLES CON FRUTOS DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora