12.- Pánico

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Logan

Me despierto al estirar una de mis manos y sentir la cama fría por segunda vez en una semana.

Tal vez el modus operandi de Dove sea abandonarme cada mañana que tenemos sexo, pero estoy seguro como el infierno de que eso no me gusta y no quiero que lo haga más.

Gruñendo, aparto las sábanas e intento sentarme como puedo. 

Mi cuerpo literalmente está en llamas, y no de la manera caliente en la que esta madrugada la pudimos haber interpretado, sino que literalmente estoy tan adolorido como si me hubieran prendido fuego o como si hubiera corrido por diez mil kilómetros sin parar. 

Sonrío al sentir un dolor punzante en mi espalda, eso solo significa lo bueno que fue anoche.

Intento reprimir los recuerdos porque no quiero tener que lidiar con ninguna otra erección que no sea la matutina en este momento, pero ellos llegan a mi mente una vez que me paro de la cama y miro a la misma, al sofá y a la puerta. El olor a sexo aun no se ha disipado del todo y el sonido de los gemidos de Dove aun se reproducen en m mente. 

Joder, fue realmente bueno.

El mejor sexo de mi vida.

Incluso mejor que el del otro día.

Hicimos cosas de las que no me arrepiento, pero que nunca he hecho con ninguna otra chica, como haber usado juguetes o comerle el coño por horas sin esperar nada a cambio. Ella también fue muy generosa, aceptando todo lo que le hacía y dándome la mejor mamada de toda mi vida. Cuatro orgasmos en una sola noche son demasiados para cualquier persona, generalmente duro solo dos antes de caer rendido, pero no podía controlarme, solo pensaba en Dove y en lo mucho que la deseaba. Quería más y más de ella. Ahora la deseo…

Joder…

¿Qué demonios?

¿Por qué he dormido aquí y no en mi habitación?

El shock me golpea mientras proceso todos los recuerdos de esta mañana y me doy cuenta lo jodido de todo esto.

Tuve una pesadilla anoche.

Dove fue la única persona en la faz de la tierra que ha sabido como calmarme y traerme de nuevo a la realidad.

Tuvimos sexo en su habitación. En su cama.

Me dormí abrazado a ella y al despertar simplemente… la extrañé.

Dormí por primera vez en mi vida en una cama que no era mía, junto a una chica después de haber tenido el mejor sexo de toda mi puta vida, y mi cuerpo simplemente quiere más.

No, no, no. Esto está mal…

Siento el pánico subir por mi garganta, tomo mi ropa rápidamente y me la pongo antes de salir de su habitación, me adentro en la mía y cierro la puerta detrás de mí, pegando mi espalda contra la puerta de madera y empiezo a respirar con dificultad.

—Mierda.

Tal vez debería darme una ducha en seguida. Aún puedo sentir el aroma de Dove en mi piel y no quiero hacerlo ahora, no quiero recordar todo lo que hicimos o lo bien que se ha sentido.

Corro al baño y me desnudo tan rápido como puedo. Abro la llave del agua hasta el tope y solo espero unos segundos antes de que se caliente. Me adentro a la ducha y siento al agua salir de varias direcciones, relajando mi cuerpo casi al instante, pero al cerrar los ojos aún puedo ver los ojos azules de Dove ardiendo en deseo, a mí besando cada tatuaje de su piel y puedo aun escuchar nuestros gemidos en mi cabeza.

Mi Mejor Problema (AD #3) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora