Mi Mejor Problema (AD #3) ✓

33.- Confianza

Dove

No recuerdo la última vez que me sentí tan horriblemente incómoda.

Creo que la última vez fue cuando Gabriel —sí, el mismo tipo que está sentado frente a mí— renunció de la universidad y lo reemplazó una hippie de 50 años que se llamaba Stella, pero le gustaba que le digamos como su nombre astral, que era Rosa. En cada clase nos hablaba sobre la energía en la música, en vez de enseñarnos música, pero se me hizo incómodo cuando se obsesionó con mi voz y me hizo cantar en cada clase por todo el semestre. Literalmente. Me hacía cantarle incluso cuando tenía una pregunta o tenía que dar algún examen oral. Era la única alumna a la que le obligaba a hacer eso. Dejé la clase al semestre siguiente y la retomé en último año, cuando la echaron por descubrirla fumando mariguana detrás del edificio de Música y Arte.

También fue incómodo cuando la policía fue a interrogarnos.

Miro a mi alrededor sin saber qué hacer y es aún peor porque nadie dice nada, o hace algo para aligerar el tenso ambiente. Estamos sentados en la mesa del comedor, todos, incluso los niños que son Coco, Andrew y Leah, quien está sentada en su silla infantil. Todos se dedican a comer lo que Jessica ordenó a los empleados para la cena y el silencio es sepulcral. Logan está sentado con los brazos cruzados a mi lado, luciendo como un niño molesto porque no recibió lo que quería en navidad y mirando a mi mánager como si fuera el mismísimo anticristo. No ayuda el hecho de que Gabriel esté sentado justo frente a nosotros y me mire de esa forma, entre feliz y enojado a la vez.

Sé que me mira así por varias razones, la primera es porque somos buenos amigos y sé que me ha extrañado, la segunda es porque está molesto, ya que la canción no está terminada, y la tercera... pues porque conozco a Gabriel y sé que le gusta burlarse de la gente.

En este momento se está burlando de Logan.

—Así que... —empieza a hablar Gabriel, dejando el tenedor en el plato cuando ha terminado, es el primero en acabar de comer, lo cual es obvio porque es un tipo grande. Nunca entenderé la anatomía masculina, pero es tan musculoso y grande que hace lucir a cualquiera en esta habitación como debiluchos. Es australiano, así que practicó rugby en su adolescencia y su cuerpo se amoldó a lo que ese deporte requiere y...

Y detengo mis pensamientos cuando Logan me patea por debajo de la mesa ya que me he quedado viendo los músculos de Gabriel y como se contraen en su camiseta negra.

Me sonrojo y le dedico una mirada de disculpa, pero no puede culparme. Todos aquí miran a Gabriel. Es así de hermoso.

Bueno, Logan no parece caer en sus encantos y lo hace notar cuando hace una mueca porque Gabriel sonríe.

—Así que... —digo, intentando romper el hielo.

—Oye, Gafitas, pásame la salsa —le pide Travis a su esposa.

Jane le pasa la botella, sin alejar los ojos de Gabriel.

—Es hermoso —escucho que Jorge murmura y Jessica hace un sonido de afirmación.

Logan bufa.

—¿Qué haces aquí? —gruñe mi novio.

—Dove sabe por qué estoy aquí.

Miro a Logan y el sonrojo en mis mejillas crece.

—Te lo iba a decir.

—¿Decirme qué?

—Que ha tenido un mes para escribir una canción y solo me has envidado... ¿Cuánto? ¿tres cuartos de la canción? —la sonrisa de mi mánager se va borrando—. Además, tenemos el 'Oregon Summer Festival' en unos días, es uno de los días más importante de tu carrera.