Mi Mejor Problema (AD #3) ✓

28.- Mariposa

Logan

Me topo con Jessica cuando entro en el gimnasio. Dove está jugando con Leah afuera en el jardín, así que decido aprovechar eso y hablar con mi hermana.

—Hola —digo y me coloco en la caminadora a su lado.

Ella está trotando ya y me mira de reojo.

—Hola.

—¿Cómo estás?

—Bien.

Un silencio incómodo nos envuelve y enciendo la caminadora. Empiezo a trotar de inmediato porque, al no tener sexo con Dove en ya tres días, tengo mucha energía acumulada.

No voy a dejar que mi ahora novia se sienta obligada a acostarse conmigo, prefiero partir mi culo corriendo antes de que ella haga algo como eso, así que esperaré hasta que se sienta lista.

—Oye Jess —llamo a mi hermana y ella solo asiente para indicarme que hable—.¿Te sientes bien?

—¿Por qué preguntas eso?

—Porque no has hablado conmigo y has sido muy grosera —murmuro, empezando a jadear por el esfuerzo que me lleva el correr y hablar a la vez—. También sé que has estado bebiendo demasiado últimamente y has tenido días malos —suspiro—. Solo quiero que sepas que si necesitas hablar, aquí estoy. No quiero que seamos extraños en nuestra propia casa, Jess. Nos costó mucho llegar a unirnos tanto.

—Toda mi vida tendré días malos, Logan —dice en voz baja—. No hay cura para la depresión, así que me tocará vivir con eso. Estoy bien, no te preocupes por mí aunque, sí, he estado bebiendo por mis días malos, pero hoy me siento mejor, lo prometo, estoy empezando a encontrarme nuevamente con la luz y toda esa mierda. No beberé.

La miro de reojo.

—¿No pensabas hacer una fiesta hoy?

Ella sonríe ligeramente.

—¿Te molesta?

—A parte del hecho de que literalmente estés usando nuestra casa como un maldito hotel, no, no me molesta que tus amigos vengan.

—También son tus amigos —aclara y no puedo negarlo—. Además, la casa es muy grande, hay espacio para todos.

—¿Mamá lo sabe?

—A mamá no le importa lo que hagamos.

—Es cierto.

Sonrío y ella también lo hace ligeramente, haciéndome sentir mucho más relajado que antes. La tensión entre nosotros va desapareciendo poco a poco y realmente me siento aliviado. Puede que Jessica y yo no seamos ese tipo de hermanos que pasa uno encima del otro, pero nos queremos demasiado como para que algo así logre quebrar la relación que nos costó mucho construir después del trauma que el monstruo nos dejó.

Nuestra vida ha sido una mierda y sé cosas de las que Jessica no sería capaz de sobrellevar, pero a pesar de todo, seguimos siendo una familia. Los dos contra el mundo como lo prometimos en aquella cama de hospital. Solo espero que ella lo recuerde también.

Pasan algunos minutos antes de que Jess relentice el paso y se voltee hacia mí, apoyada su mano sobre el soporte de la caminadora.

—Oye, Logan —dice y la miro.

—¿Qué?

—¿Vas en serio con Dove?

Relentizo el paso yo también hasta que la caminadora se detiene por completo. Miro a mi hermana a los ojos y ambos estamos jadeando por el ejercicio, pero sé que está conversación es demasiado seria, así que me dedico a mirarla con seriedad y a respirar profundamente.