69.- París

1.9K 148 16
                                    

Dove

Dos semanas después...

14 de febrero

París, invierno

—Vous avez choisi? —pregunta el camarero francés. Miro con pánico a Logan, quien me sonríe antes de dejar la carta a un lado en nuestra mesa.

Logan responde algo en perfecto francés y a pesar de que no entendí nada de lo que dijo, mis mejillas se sonrojan con calor porque no hay nada más sexi en este mundo que el hombre de tus sueños hable francés fluido.

El camarero hace un asentimiento.

—Oui monsieur.

—Merci.

—Eso fue sexi —digo cuando el camarero nos deja solos, robándole una sonrisa a Logan—. No sabía que hablabas francés.

—Hablo nueve idiomas, Dove —aclara con fingida humildad—. Te he recitado mi amor en cada uno de ellos.

Mis mejillas se sonrojan aún más.

—Sí... lo recuerdo.

Sonríe y siento toda mi cara caliente. No digo nada más porque estamos frente a nuestra hija.

Logan acomoda el gorro de lana sobre la cabeza de Leah y también ajusta su bufanda, lo cual es innecesario porque estamos dentro de una de las cafeterías francesas más elegantes y costosas de todo París, y eso significa que la calefacción debe estar a tope para que las personas ricas puedan mostrar sus caros vestidos, sin embargo, eso no parece importarle a Logan, a pesar de que las mejillas de nuestra hija se encuentren sonrosadas y pueda ver las gotas de sudor deslizándose por su frente.

Me rio y retiro el gorro de la cabeza de Leah, quien sonríe tiernamente cuando paso mis manos por su cabello y dejo el gorro en mi bolso. Logan me mira con mala cara, sentado frente a mí. Leah está en su silla infantil, intentando retirar su bufanda, la ayudo a hacerlo sin disimulo, lo que provoca una mueca de Logan.

—Dove, está nevando ahí afuera —se queja mi novio y eso me hace reír aún más.

—Afuera —recalco—. Aquí dentro estamos por lo menos a veintidós grados. Deja a la niña respirar.

Hace una mueca, pero no le dura tanto cuando mira a Leah. La mira con tanto amor y ternura que es hermoso de ver.

Logan suspira.

—¿Por qué no puedo enojarme con ustedes?

—Porque nos amas. Y es tu cumpleaños. No debes molestarte con tu amada novia y tu dulce hija en tu día especial.

Soy de las que cree que los cumpleaños se celebran en la noche, pero tuvimos que hacerlo en el desayuno porque esta noche tengo que asistir a un evento de Antoine Clair, un famoso diseñador francés esta noche —sí, me encargué personalmente de presumir con Jorge, quien se enojó y me envió una foto llorando, alegando que ese debería ser él—, sin embargo, este es el primer cumpleaños de Logan que paso como su novia y quiero hacerlo especial, y ya que estamos con Leah, debe ser apto para todo público. Podré festejar con mi novio en la privacidad de nuestro dormitorio esta noche.

La cafetería queda en el ático de un edificio con una hermosa vista a la Torre Eiffel. La nieve cae suavemente sobre los edificios, dándole un aire más romántico a la ciudad del amor. Miro por la ventana que queda junto a nuestra mesa, hacia el monumento de hierro a unas manzanas de nosotros y no puedo creer lo increíblemente hermoso que es. Es como vivir en un mágico sueño. Todo al fin se siente correcto.

He estado en París dos veces, en toda mi vida a pesar del dinero de mis padres o de las escapadas a Europa que tomaba con Jessica. Y ahora que me encuentro aquí una tercera vez, me siento tan maravillada como si fuera la primera vez que he venido aquí.

Mi Mejor Problema (AD #3) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora