36.- Lago

2.5K 175 29
                                    

Logan

Jamás pensé que me convertiría en la clase de hombre que sería capaz de morir por amor.

Siempre he pensado que era un tipo egoísta, que se le dificultaba sentir amor por alguien más que no sea él mismo o su familia, que nació para estar solo y por un tiempo estuve bien con esa premisa, sabía que no necesitaba a nadie además de mí mismo. Sin embargo, desde que conocí a Dove Garden, ella se ha metido a través de mi piel tan profundamente que ahora me es imposible sacarla de mi vida. La necesito tanto como necesito mi próximo aliento es decir poco, es una sensación inexplicable y jodidamente desgarradora, pero... es hermosa.

Pensar que hace apenas unas semanas no quería admitir los sentimientos que me han ahogado desde el primer día que la conocí, me parece gracioso. Porque ahora, mientras miro como la luz de la luna se refleja en sus ojos y la suave brisa del lago golpea nuestros rostros, no puedo dejar de pensar en lo mucho que la amo.

Nunca había experimentado el amor, pero no es como lo creí. Es doloroso y salvaje, pero, mierda... mentiría si dijera que no me encanta estar enamorado de Dove.

Pensé que no me convertiría en un hombre capaz de morir por amor y no lo soy, pero moriría por Dove Garden si ella me lo pidiera.

Solo ella tiene el poder de matarme.

El poder de destruirme.

Y... el poder de corregirme. Lo demostró mientras unía todas las piezas que se partieron frente a ella.

Pensé que me iba a hacer un millón de preguntas, pero no lo hizo, solo me ayudó a respirar y a calmarme. Me ayudó más de lo que cualquier persona pudo haber hecho alguna vez.

Jamás me había sentido tan amado.

Después de visitar el bar al que me llevó, fuimos a cenar y de alguna manera terminamos en el lago. Ninguno de los dos ha dicho mucho desde que llegamos, cada uno perdido en sus pensamientos... o al menos eso creí, hasta que me di cuenta de que ella solo me estaba dando mi espacio para que yo pudiera pensar.

Eso fue suficiente para mí.

Se lo diré, le contaré todo... pero no ahora. Por hoy solo quiero olvidar y ella... ella es experta en eso, aunque no lo sepa.

Soy adicto a Dove, la quiero todo el tiempo como si fuera cocaína.

Puede que no haya sido la comparación más saludable, pero es así como me siento, como me he sentido desde el primer momento que le vi.

—Dove —la llamo, y por lo visto, mi voz le toma por sorpresa porque la banderilla que estaba comiendo se cae a su regazo.

—Mierda —exclama mientras recoge la banderilla y ve la gran mancha en sus pantalones—. Me asustaste —me mira con rabia, pero sus ojos se suavizan cuando me ve sonreír.

—Lo siento, quería decirte algo.

—¿Qué?

—¿Quieres nadar?

Frunce un poco su entrecejo y mira de mí al lago.

—¿Aquí?

—No, en la calle —rio—. Por supuesto que aquí.

Ella pone sus ojos en blanco, pero veo que sonríe.

—¿Ahora? —pregunta y mira a su regazo—. No tengo traje de baño.

—Puedes nadar desnuda —sonrío de lado y me acerco a su oído—. No me quejaría, para nada.

—¿Oh, seguro? ¿Así que no te importaría si el señor que vende las banderillas me viera desnuda?

Mi Mejor Problema (AD #3) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora