Capítulo 2

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Canción Wildest Dreams de Taylor Swift

-Cabaña 24... Cabaña 24. 

Llegaba treinta minutos tarde debido a que el mapa, en lugar de ayudarme, me confundía.

 -Aquí estás. - Dije al llegar y me dispuse a entrar en silencio. 

-Buenas tardes, señorita... 

-Zozovic, Angelina. 

-La chica nueva, adelante.Me senté en una de las mesas vacías del fondo y continué prestando atención al resto de la clase. La verdad es que me sentía un poco como en la escuela. Tenía un concepto distinto de los campamentos, o tal vez había visto demasiadas películas.No hicimos mucho, solo una actividad de presentación y vimos teoría de dibujo básico. Cosas que ya sabía, pero no me venía mal repasar. Al terminar, me dirigí a mi habitación para coger algo de ropa y ducharme. Los baños, por supuesto, eran compartidos y estaban a dos cabañas de la mía. Por suerte, estaban vacíos, lo que me brindó un poco de privacidad y tranquilidad. Después de la ducha, regresé a la cabaña.-Ah, hola. - Dijo Ava. 

-Hola. - Contesté. 

-¿Dónde estabas? 

-Oli, tiene el pelo mojado, obvio. 

-Estaba en la ducha. - Contesté riendo. 

-¿Y qué tal tu primer día? - Olivia restó importancia al comentario de Ava y lo ignoró. 

-Bastante bien, de hecho, estaba pensando en dar un paseo. - Terminé de secarme un poco el pelo antes de coger mis cosas y guardarlas en mi mochila. 

-Genial, esperamos que te diviertas. - Comentó Olivia. - Nosotras saldremos con nuestros amigos. 

-¡Está bien, diviértanse! 

-Gracias, tú también. - Ambas se despidieron y cerraron la puerta al salir.Guardé mi cuaderno de dibujo, mis lápices y conecté los auriculares al Bluetooth de mi celular. Al llegar a un bosque con un hermoso lago, una canción de Taylor Swift comenzó a sonar por los altavoces y me sentí tan inspirada que decidí sentarme a dibujar el paisaje. Los árboles, sus colores, el aroma a verano, los pájaros, todo creaba una imagen hermosa. En medio de mi inspiración, mi móvil sonó. Era un mensaje de Ava en mi Instagram. 

"¡Hola An! Sí, con los chicos descubrimos tu Instagram y decidimos seguirte. Además, queremos avisarte que estás más que invitada a la fogata que haremos esta noche. Xoxo."

Mi primera fogata con amigos, eso sí que sería genial.¡Hola! Acepto la invitación, nos vemos esta noche.Era agradable hacer nuevos amigos. Adoro a mis viejos amigos y los echo de menos, pero creo que ya me estaba sintiendo sola y conocer a las chicas me hizo bien.Cuando me di cuenta, eran las ocho de la noche y mi estómago rugía. Me dirigí al gran comedor y pasé por la puerta de una cabaña que, por alguna extraña razón, llamó mi atención. Bah, ¿qué digo? Me sentí atraída porque vi un póster de mi banda favorita, The Neighbourhood, colgado en el interior. Me acerqué un poco a la ventana para verlo mejor y de repente aparecieron unos ojos verdes. Me asusté tanto que caí sentada y, por miedo a que el dueño de la cabaña saliera, corrí hacia el comedor. 

-¡Oye, chica nueva! - Una voz masculina me llamaba y, al darme la vuelta, vi a Oli y Ava con sus amigos en la puerta. - ¡Ven!Tomé mi trozo de pizza y me uní a ellos. 

-Provecho. - Dijo Ava. - Ellos son Max y Esteban, chicos, ella es Angelina. 

-Hola chicos, gusto en volver a verlos. - Reí.

-Nosotros también y nos alegramos de que no estés muerta. - Ambos se rieron.Nos quedamos charlando un rato hasta que terminé mi cena con tranquilidad. Al final, ellos me dijeron que era hora de comenzar la fogata. Los seguí con curiosidad y, después de unos minutos, llegamos a un lugar detrás de un gran puente de madera con luces blancas tenues colgando de él. 

-¿El director no nos descubrirá? - Pregunté. 

-Tranquila, no lo hará. - Me tranquilizó Olivia.Estuvimos sentados charlando de cosas triviales e incluso me sacaron algo de información. 

-¿Bebes, Angelina? - Preguntó Max. 

-La verdad es que no, pero puedo intentarlo. 

-Esta chica me agrada.Todos se rieron y, por primera vez en mi vida, estaba bebiendo de una botella de vodka. Al pasar por mi garganta, el líquido comenzó a quemar y me provocó un poco de tos, lo cual supuse que era normal. Ellos estaban fumando hierba, pero decidí que esta vez no lo haría cuando me ofrecieron. Todo a su debido tiempo. 

-¿Y cómo consiguen droga aquí? - Pregunté, apartando la botella a un lado. 

-Tenemos nuestro contacto, pero aún no te conocemos lo suficiente como para darte esa información. - Dijo Esteban. 

-Lo entiendo. - Reí un poco, pensando que su punto era justo.Pusieron música a todo volumen y cada uno empezó a bailar y disfrutar en su mundo. Yo subí al puente para admirar la hermosa noche y me quedé pensando en esos ojos verdes que vi en la ventana antes. Había algo en ellos que despertaba mucha curiosidad en mí y no sabía por qué. 

-¿Qué haces? - La voz de Max me sacó de mis pensamientos. 

-Solo estaba admirando el cielo y las estrellas. ¿No es hermoso? 

-Sí, lo es.Bajé la vista y me encontré con su mirada. 

-¿Acaso me estabas mirando? - Pregunté, algo sonrojada. 

-¿Qué? ¿Yo? No, claro que no. Es que tenías algo en el pelo. 

-Claro. - Dije entrecerrando los ojos. 

-¡Oigan! - Gritaron los demás. - ¡Vengan aquí, saquemos una foto! 

Max tomó mi mano y ambos bajamos juntos para unirnos al resto frente a la cámara. Ellos me agregaron a su grupo en Instagram y, al ver la foto, sonreí. Gracias, mamá, por obligarme a venir.

Un verano de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora