Canción Photograph de Ed Sheeran
El verano aún continuaba y muchos tenían unos pocos días de vacaciones, yo había empezado la universidad porque debía hacer un curso de ingreso antes de comenzar. Habían pasado dos semanas desde que empezaron las clases y ya mi dinero se iba agotando.
-¿Qué harán después? – dijeron mis amigos de la universidad
Todos contestaron con sus planes.
-¿Tú Angelina?
-Creo que iré a caminar y conocer el lugar.
-Ve a ésta cafetería. – me dieron un papel con una dirección. – Es la mejor.
-Gracias – sonreí.
Cuando llegué a mi habitación, cogí un libro y fui a donde me habían dicho los chicos.
Era hermosa. Tenía una barra, un par de mesas marrones y un librero negro con algunos clásicos. Yo me senté afuera a leer.
Luego caminé sin rumbo alguno; el día estaba precioso y quería ir un rato a la playa. Pero un local me sacó de mis pensamientos. Tenía un cartel de alquiler y el dueño estaba dentro.
-Buenas tardes. – saludé
-Hola, mi nombre es Lucio. – estiró su mano
-Angelina.
-¿Estabas aquí por el local? ¿Teníamos cita?
-Me llamó la atención al pasar.
Él accedió a darme un recorrido sin cita previa y puedo decir que tenía potencial el lugar. Hacia el final supe que quería alquilarlo para una librería, quería hacer algo en nombre de Keiler.
Lo que tenía ahorrado me alcanzaba para pagar los dos primero meses y llamé a mi madre para que me ayudara hasta que pudiera pagarle. Charlé con Lucio y me hizo firmar unos papeles para luego dejar una seña y recibir las llaves. Del resto se encargaría él, solo le dejé un contacto para que me avisara de todo.
Lucio se retiró y me dejó sola.
-¿Cómo te llamaré? – me pregunté parada en medio del lugar.
En una esquina había unas cajas y al abrirlas, el primer libro que vi fue Romeo y Julieta. Fue una señal de él y lo supe.
-Querida Julieta será.
Mi querido lector, sé que me apresuré, pero un fuego dentro de mí me dijo que lo hiciera y no puedo negarme a mis instintos.
A medida que los días pasaban, adquiría algo nuevo para el local. Aproveché una feria de descuentos para comprar la mayoría de las cosas y hoy me llegaba el cartel. En el mientras tanto, tomé mi café diario y adelanté algo de trabajo universitario hasta que tocaron a mi puerta.
-¿Señorita Zozovich?
-Sí, soy yo.
-Entrega del correo, firme aquí.
Le entregue todo y él me dio un sobre blanco.
-Gracias.
Al abrirlo, comencé a leer la carta que contenía.
Querida Julieta:
Para cuando leas ésta carta, yo ya no estaré. Hace tiempo que vengo sintiendo dolor físico pero no quería preocuparte. Es un hecho que llegará mi final y por eso me adelanté con papeles.
Dentro del sobre encontrarás los derechos de propietario de la librería de mi tío. He decidido que hagas con ella lo que quieras. Además encontrarás la playlist de canciones que me recuerdan a ti.
Te amo y te agradezco los tiempos juntos. Vive y no llores por mí, siempre estaré contigo.
Con amor, Keiler.
Por supuesto no tardé en llorar y supe qué haría con el lugar. Pondría un centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos que además funcionaría como centro de contención y ayuda.
Para las cinco de la tarde, el cartel estaba colocado y fue el momento de encenderlo. Las luces blancas tenues alrededor del Querida Julieta iluminaban la calle y supe que estaba haciendo lo correcto. Miré al cielo y sonreí.
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Un verano de amor
RomanceEl amor a primera vista...¿Lo has escuchado alguna vez? Seguro alguna canción te recuerda a una persona y ese es el poder de la música. El campamento Lark será el centro de nuevas amistades, descubrimiento personal y de nuevos amores; pero la pregun...