Canción Weak de AJR
Anoche, después del partido y de festejar, con los chicos fuimos directo a la fogata y tomamos toda la noche. Mi organismo no estaba tan acostumbrado al alcohol, y eso provocó que cayera en un profundo sueño que acaba de terminar recién.
-Ugh, mi cabeza. – Masajeé mi sien intentando calmar el dolor.
-¿Cómo amaneciste dormilona? – Ava estaba ordenando su ropa y pertenencias.
-Mi cabeza duele y la habitación sigue dándome vueltas.
-Anoche estabas alocada. – Ava se rio a carcajadas.
-Shh, ya cállate, tu risa me da más dolor. – Le tiré una almohada que ella logró esquivar.
-¿Por qué no pruebas ir a comer y tomar algo? – Colgó una campera en el perchero – No te vendría mal un poco de agua para evitar deshidratarte.
Su propuesta no era mala. De hecho la consideré como apropiada cuando mi estómago comenzó a rugir.
Me levante, me cambié y, antes de ir al comedor, pasé por el baño para lavar mi cara.
-Dios, nunca lograré quitarme esas ojeras. – Cuando me vi al espejo no lo podía creer.
-Ten, – Una muchacha me alcanzó una crema de pepino y aloe vera – úsala una semana y luego me agradeces.
-Gracias. – Dije tomando el frasco. – Prometo devolverla.
-Tranquila, tengo otra, es toda tuya.
La chica se retiró y esparcí sobre mi rostro la mayor cantidad de crema posible. Mi piel la absorbió al instante y me dejó una sensación refrescante que disfruté por un momento.
Al llegar al salón, el olor a carne y puré de papas ingresó por los orificios de mi nariz provocándome el mayor de los placeres. Tomé una bandeja roja y me dirigí al mostrador a por mí almuerzo.
-Hola – Saludé a la cocinera – el almuerzo del día por favor.
-¿Con qué bebida lo vas a acompañar?
-Una gaseosa de frambuesa por favor.
-Aquí tienes Angelina... ¿Algo más?
-Y... - Pensé por un momento – una ensalada de frutas para el postre.
-Excelente elección. – La mujer agarró un pote de plástico de la heladera y lo colocó en la bandeja. – Que lo disfrutes.
-Gracias, que tenga buen día. – Me di la vuelta y busqué una mesa donde sentarme.
Hoy el puré de papas estaba más rico, y la carne estaba bañada en una salsa dulce de cebolla que al tocar mi paladar, me invadió de una sensación de encanto y goce que jamás había experimentado en mi vida. Tendría que decirle a mi madre que preparara esta carne cuando nos veamos, no podía prohibirle de este manjar.
Esteban apareció por la puerta y le hice señas con mi mano izquierda para que se uniera.
-Buenos días – Dijo sentándose.
-Hola Esteban, ¿cómo estás?
-Muy bien, me siento un ganador hoy.
Ambos nos reímos.
-Lo eres, el partido de ayer estuvo espectacular.
-Gracias, Max sigue algo cansado por ello.
-Puedo notarlo – Tomé un sorbo de mi bebida – Aunque la fiesta que tuvimos en la fogata nos agotó a todos.
ESTÁS LEYENDO
Un verano de amor
RomanceEl amor a primera vista...¿Lo has escuchado alguna vez? Seguro alguna canción te recuerda a una persona y ese es el poder de la música. El campamento Lark será el centro de nuevas amistades, descubrimiento personal y de nuevos amores; pero la pregun...