Capitulo 19

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Canción Teeth de 5 seconds of summer

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Ava y yo saltamos a la cama de Olivia con emoción para que se despertara.

-¡Vamos dormilona! ¡Levántate! – dije picando su mejilla.

-Basta, no sean molestas. – protestó Olivia.

-Nada de quejas, arriba niña. – Ava la tomó de la mano y la obligó a levantarse. – Debes abrir tu regalo.

Con Ava le habíamos comprado una remera con la cara de Britney Spears.

-Además tenemos que organizar todo lo de hoy a la noche. – dije sentada a su lado.

A Olivia le encantó su regalo y con los chicos la llevamos a desayunar a una cafetería que había cerca que tenían el mejor pastel de queso de la historia.

Hoy por la noche festejaríamos su cumpleaños y unas doscientas personas habían confirmado. Gente del campamento, amigos de ella y otras personas que no sabía quiénes eran vendrían al galpón abandonado que encontramos con los papeles legalizados para realizar la fiesta. Teníamos que comprar todo.

-Vamos, se nos va a hacer tarde y debemos llenar ese galpón de cosas. – Max nos hizo irnos a todos después de desayunar y comenzamos a comprar todo.

Alcohol, comida, decoraciones y disfraces para la noche. Sí, era de disfraces y yo había decidido ir de chucky. Max iría de pennywise, Esteban del loco de Halloween, Ava de bruja y Olivia de Kill Bill. Una amiga de ella había diseñado las tarjetas con temática de fiesta nocturna y nosotros habíamos mandado por correo y entregado en físico en el campamento.

-¿Tenemos todo? – pregunté en el auto.

-Sí. – Contestaron todos.

-Entonces es hora de ir al galpón.

Max arrancó y nos llevó directo allí.

Al llegar, tomamos unas escobas y mopas para barrer y limpiar el suelo; decoramos con carteles, luces y antifaces; colocamos la cabina de fotos que nos había llegado y armamos el set de barra y el set del dj. Al finalizar, el viejo galpón lucía excelente.

-Perfecto. ¿Quién tiene las llaves para cerrar? – preguntó Ava.

-Yo – contestó Max

-Vayamos directo al campamento a prepararnos entonces. – dijo Esteban y nos marchamos.

Habíamos estado horas y al llegar al campamento eran las seis de la tarde y la fiesta empezaba a las nueve, por lo que a las ocho debíamos estar ahí y para eso teníamos que salir a las siete. Por supuesto hicimos todo a las apuradas y el disfraz de Olivia se rasgó, asi que pedí aguja e hilo en enfermería. Le fui cociendo el traje en el auto y cada auch de ella me ponía más nerviosa.

Para las diez, el lugar se encontraba repleto, el dj pasaba música electrónica y todos estaban con un vaso en su mano. Los litros y litros de alcohol deberían ser suficientes para el resto de la noche sino no sé dónde conseguiríamos más.

Mi vodka de fresa había empezado a hacer efecto en mi cuerpo y poco a poco dejé llevarme por la música y sus beats. Mis movimientos eran al ritmo de la música pero con su toque sexy. En mi cabeza la imagen de Keiler resonaba a cada momento, bailando juntos y tuve que vaciar mi vaso para olvidar todos esos pensamientos que no entendía por qué aparecían. Los dos encuentros que tuvimos me habían dejado algo rara y extasiada de más. Pero debía controlarme.

-Amiga- Olivia algo borracha apareció a mi lado – ven tengo que presentarte a alguien.

Me tomó de la mano y me guio a un grupo de chicos sentados en el sillón negro que alquilamos.

-Ella es Angelina, An ellos son los chicos.

-Hola. – saludé

-Hola. – dijeron ellos.

-Mark es toda tuya.

Mis ojos se abrieron de par en par y un chico alto moreno y con rulos me sacó a bailar.

Una versión rara de Milshake de Fergie comenzó a sonar y me dejé llevar por sus movimientos. Su mano se encontraba en mi cintura y me puso de espaldas a él para bailar pegado. Yo me tocaba el pelo todo el rato y acerqué su cara a la mía para apoyarme sobre algo para darme vuelta. Sus labios chocaron con los míos y un sabor a chocolate invadió mis papilas gustativas. Al abrir los ojos vi con claridad a Keiler y tuve que parpadear dos veces para regresar a la realidad y ver de nuevo la cara de aquel chico, quién se encontraba sonriendo pero con los ojos desafiantes puestos en alguien detrás de mí. Al girarme pude ver a Keiler furioso con un cigarro en su mano. Todo sucedió tan rápido que una chica tuvo que sacarme del medio para evitar un golpe.

Keiler se abalanzó sobre Mark y le estampó una piña en su rostro. Mark extasiado empujó a Keiler y le metió otro golpe en su ojo. Mis manos se fueron directo a mi boca al verlo caer en seco al piso.

-¡Basta por favor! – grité con miedo.

Keiler se levantó y el golpe que le dio en su cara fue de tal magnitud que Mark nunca se levantó del piso.

Gritos, llantos y gente llamando a la ambulancia para que vinieran a sacar al chico antes de que se muriera desangrado. Keiler se limpió la sangre y lo tomé de la mano para llevarlo afuera.

-¡¿Qué carajos fue eso?! – dije furiosa.

-Él me provocó.

-¿Y era necesario que respondieras? ¡Solo estábamos bailando!

-Si hasta que tu boca tocó la de él.

-¡¿Y eso a ti qué carajos te importa?!

Negó con su cabeza.

-Nunca lo vas a entender ¿no?

-¿Entender qué?

-Nada, déjalo así.

-No, esto no va a quedar así. Ruega que ese chico no esté muerto porque te juro que yo misma te delataré.

-No lo está, solo lo dejé inconsciente.

-¿Cómo lo sabes?

-Me he metido en bastantes peleas como para saber dónde y cómo golpear a alguien.

-Eso no es algo de lo que debes estar orgulloso.

-Y no lo estoy, ¡solo respondí a tu maldita pregunta!

-Me prometiste cambiar y esto no lo es.

-Eres tan tan... ah – se tomó de su cabeza

-¿Tan qué?

-Tan mentirosa.

-¿Yo? ¿Mentirosa?

-Sí, te mientes a ti misma detrás de esa fachada de niña buena e inocente y no lo eres. Ambos tenemos demonios y tú lo sabes.

-La diferencia es que yo sé cómo lidiar con ellos y tú no. Eres un maldito caso perdido Keiler Wagner.

Nuestros ojos se cristalizaron y me dolió decirle eso pero era la verdad y la tenía que escuchar. Me di media vuelta y me fui. Traté que el ambiente se relajara para que la fiesta pudiera continuar y olvidarme de todo. Estaba harta de todo y no quería saber nada más, por eso ingerí una cantidad suficiente de alcohol como para que mi mente borrara cualquier recuerdo. Solo esperaba que el chico estuviera bien. Mañana iría a verlo en el hospital.

Un verano de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora