Canción Without Me de Hasley
Luego del encuentro con Keiler, por alguna razón extraña, quedé exhausta y relajada y al llegar a mi cabaña caí rendida sin darme cuenta en qué momento exacto me quede dormida.
-Nada, no tengo nada. – Dije rindiéndome en sueños. – Dioses del olimpo, llevadme con ustedes. – Y al girarme intentando agarrar vaya a saber uno qué, caí de la cama provocando que me despertara de un golpe.
-¿Con quién hablabas? – La voz de Keiler me sacó de mi ensoñación.
-¿Qué haces aquí? – Dije dormida mientras me acomodaba el pelo todo despeinado.
-Quise ver cómo estabas después de tu encuentro con ya sabes quién, pero veo que estas bien. – Se rio apoyado en el marco de la entrada.
Él se acercó al verme tirada aún en el suelo, me ayudó a sentarme en la cama y abrió las cortinas para que entre la luz del sol. Pero lo que se llevó fue una sorpresa al ver mi reacción en contacto con la luz.
-Lo siento vampira, pero debes absorber algo de vitamina.
-¿Qué hora es?
-Son las dos de la tarde y es hora de que tomes tu traje de baño y vengas conmigo.
-¿A dónde? ¿Y mis amigas? – miré para todos lados en busca de ellas pero nada.
-Las vi irse más temprano, no sé a dónde fueron. ¿Puedes decirme el lugar en el que está tu bikini?
-No, sin antes decirme para que lo quieres.
-No, no voy a arruinar la sorpresa.
-Keiler.
-Angelina.
Este chico me estaba exasperando, él seguía buscando y buscando y yo tratando de entender qué rayos sucedía.
Luego de un rato, finalmente me rendí.
-¡Bien! Ya deja de buscar, deja que yo lo agarro.
-¡Al fin Julieta!
-¿Qué te he dicho de llamarme así?
-Que te encanta. – Guiñó su ojo y se dirigió a la puerta – No te tardes mucho, te espero aquí.
Puse mis ojos en blanco, cerré con llave y aproveché para darme una pequeña ducha antes de cambiarme para sacarme un poco el olor a encierro que tenía encima. Me hice un buche de pasta dental para refrescar mi aliento comencé a cambiarme y a tomar algunas cosas puestas en una mochila que llevaría por si acaso. Al salir, Keiler se me quedó mirando.
-¿Qué tanto miras?
-No creí que el amarillo fuera mi color favorito.
Puse mis ojos en blanco pero le regalé una pequeña sonrisa y me coloqué una remera y short por encima de la bikini.
-¿Por qué te has cambiado? Me gustaba verte sin toda esa ropa.
-¡Keiler!
-Cómo me gusta molestarte y ver tus mejillas tornarse rojas.
-Eres un idiota ¿lo sabías?
Tomó mi mochila y me dirigió a un auto, el cual se lo había prestado Max por alguna extraña razón. No sé qué se tramaban estos dos haciéndose amigos de vuelta.
Me subí al coche con él, quién no me dio mucha información de nuestro destino, pero me dejé llevar por la música y el hermoso día que hacía. Podía notar como Keiler me miraba de reojo muchas veces, pero me hacía la tonta y le cambiaba de tema a la conversación o simplemente miraba el paisaje.
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Un verano de amor
RomanceEl amor a primera vista...¿Lo has escuchado alguna vez? Seguro alguna canción te recuerda a una persona y ese es el poder de la música. El campamento Lark será el centro de nuevas amistades, descubrimiento personal y de nuevos amores; pero la pregun...