8

5 0 0
                                    

Pasamos ahí la noche, en el frío suelo de la celda, durmiendo como podíamos y si es que conciliábamos el sueño.

Varias veces las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, dándole vuelta a cada palabra que había pronunciado Agnes, acerca de que ellos sabían todo de mí, de lo que dijo de Hunter sobre mí y que él ni miente ni desmiente porque simplemente acalló.

Tenía tantas dudas, después de seguramente algunas horas dándole vueltas al asunto, llegué a la conclusión que mi padre debía saber algo acerca de esto, pero, aunque preguntara siempre obtendría evasivas.

¿Cómo podía fingir tanto tiempo al lado de Hunter? Enterré a la Olivia del pasado, aquella que tenía dos facetas visibles al resto, la enterré, yo morí hace un año y medio, morí cuando todo se me vino encima, pero como nadie lo vio, nadie se dio cuenta.

Escuchaba la respiración calmada de Levi y Ariel, estaban profundamente dormidos, seguramente en posturas extrañamente incómodas del suelo frío.

Hunter no.

―Chss ―decía Hunter―. Sé que estás despierta.

Me arrastré por la celda hasta encontrarme con él, aunque no nos viéramos.

―¿Qué quieres? ―inquirí molesta.

―Me iré a vivir con Ariel ―comentó.

―Muy bien ―dije secamente.

―¿No vas a decir nada más?

―¿Crees que tengo ganas de hablar justamente contigo? ―dije incrédula―. Desconfío cada vez más de ti Hunter, obvio que intuía que no tenías buenas intenciones con el trato, pero las palabras de tu madre solo han confirmado mis dudas.

―¿Llegaste a dudar?

―No, simplemente no me fio de la gente a la primera, aun así, doy una oportunidad, pero eres muy contradictorio Hunter.

―Sé que piensas que yo sé los planes de mis padres.

―Quién sabe, qué sabes tú, Hunter.

―Lo único que sabía es que quieren hacerte daño Olivia, es lo único ―suspiraba―. Creo que te lo dejó claro mi madre que es su intención.

―Nada puede hacerme daño ―repliqué enfadada.

―Cree lo que quieras, pero estas pocas horas juntos ya me has demostrado que puedes ser totalmente diferente, solo hay que observarte con Levi, eres otra Olivia.

―No me conoces, no sabes nada de mí Hunter, cállate la puta boca.

―No pretendo conocerte ―dijo secamente.

―¿Entonces tu madre mintió? ―dije apoyándome en la pared―. Pensé que tú pensabas que yo era un reto, todo para ti es un reto.

―¿Crees que si lo explico lo entenderías?

―No.

―Entonces me quedaré callado hasta que digas que sí.

―Pues prefiero quedarme con la duda.

―Eres igual de despiadada que mentirosa ―dijo haciendo una risa corta.

―Si nada sientes, nada puede dolerte.

―¿Esa es tu filosofía de vida, Olivia Clark?

―Debería ser la de cualquiera, sentir solo trae dolor, mi padre sintió tanto por mi madre que mira en qué se ha convertido, yo sentía tanto por mi madre que seguramente dejé de ser la misma Olivia que cuando tenía siete años, sentir significa dolor.

EL DIABLO TAMBIÉN VISTE DE SEDA || Bilogía DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora