Hubo un momento que me sentí tentada a acercarme más a Hunter, en esos segundos en los que nos mirábamos, ¿lo había tenido tan cerca así alguna vez? Inimaginable.
Tenía pecas alrededor de la nariz y las mejillas, los ojos algo achinados de color miel, con unos labios gruesos, el pelo revuelto y castaño, era una mierda que el diablo sea tan atractivo y atrayente, mis infiernos no eran capaces de ser soportados por cualquier diablo.
―Cuéntame lo de los guantes ―noté un deje de súplica en su voz.
Negué efusivamente con la cabeza, ahí tumbado él parecía tan inocente que daba miedo.
―¿Secreto por secreto? ―dijo―. Seguro es un tema que replica mucho dolor, un tema grande... Te explicaré algo del mismo calibre, tenemos que confiar uno en el otro, ¿no?
―Sabes que lo que me digas acabará en Levi.
―Y tú sabes que acabará en Ariel.
―¿Cómo sé que no lo irás diciendo? ―dije sin dejar de mirarlo.
―Mis padres ya lo saben, si lo sé yo, no pueden pillarme por sorpresa ―dijo seguro de sí mismo―. Colaboramos juntos Olivia, creo que estamos en un bando neutro, ni tú ahora estás centrada en Insomnia ni yo en Demons.
Ahí tenía razón.
Suspiré, en los cuentos siempre te explican que no hay que confiar en el diablo y lo cierto es que yo ya había pactado con él, era hermoso y atrayente en cierta forma, y me dejé caer.
Me saqué un guante con delicadeza, pausadamente, seguido del otro.
Los ojos de Hunter casi salen de sus órbitas, pasmado, seguíamos tumbados de lado en la cama, pero sus ojos solo recorrían mis brazos.
―¿Cómo...? ―dijo pasmado―. ¿Cómo es posible que la Olivia que vemos todos haya...? ―no lograba acabar ninguna frase.
―Hace como un año y medio, todo el dolor que acumulaba en mi interior, el estar perdida sin saber quién era o quien soy mejor dicho... Porque mi madre me enseñaba una forma de vida que se vio reducida a cenizas, mi padre al principio lo hizo lo mejor que pudo pero siempre ha temido que acabara como mi madre, por la razón que todos desconocemos, me enseñó todo lo que hoy en día sé, siempre repetía que si no sentía nada iba a dolerme y lo cierto era que ya lo hacía, que todo me dolía en exceso, que veía las cosas diferentes, que estar en este mundo me consumía, yo no era Olivia la reina del tablero, quería seguir siendo Olivia la chica de los tulipanes verdes... Aquella murió a la par que mi madre y no lograré recuperarla, me perdí, me perdí en mí misma Hunter, ¿sabes qué es eso?
Él negó lentamente con la cabeza.
―No sabía qué hacer conmigo, no sabía cómo avanzar, cómo continuar adelante con tanto peso en la espalda, todos en la banda estaban orgullosos de Olivia Martin, la chica sin escrúpulos, la chica que no teme apretar un gatillo o sacar un cuchillo, estaban tan contentos de mí... que me olvidé qué quería yo, yo quería ser la chica de los tulipanes verdes y poder defenderme en este mundo de mierda, sin ser la sanguinaria, la reina o lo que sea que vayan diciendo de mí, así que adopté esa postura de fría como el hielo pero que quema si tanto tiempo la sostienes.
» Entonces, Levi no lo sabía, empecé a hacerme daño a mí misma, no solo con pensamientos intrusivos, sino físicamente, sentir dolor físico aliviaba el resto, empezó un día de la nada, pero se convirtió en algo diario, llevaba guantes para ocultarlo a la gente, por vergüenza quizá; mi padre me pilló un día cambiándome los guantes, no quiero recrear la escena, pero no fue bien.
» Meses después, las heridas eran tan grandes que tuvieron que coserme algunas de los brazos, estaba perdiendo sangre, por eso aquellas son más rosadas y algo rugosas, porque estuve a segundos de dejar este mundo, el resto son meras cicatrices de una Olivia que no quería sentir dolor.

ESTÁS LEYENDO
EL DIABLO TAMBIÉN VISTE DE SEDA || Bilogía Diablo
Bilim KurguEn el mundo en el que vivían, para algunos era indispensable no saber empuñar un arma. Un lugar, donde no es extraño ver peleas o escuchar disparos. Ni si quiera la policía intervenía en esos asuntos. Son dos bandas opuestas, pero a la par son igual...