Llamaron al timbre o eso creí escuchar, no estaba muy centrada en la vida ahora mismo, mi cuarto estaba a oscuras a excepción por un par de velas en el cuarto, la luz de la luna y la luz que emitía mi portátil.
Alguien llamó con los nudillos a la puerta de mi cuarto con bastantes ganas.
―Pasa ―dije suspirando.
―Cuánta oscuridad ―dijo Hunter apoyado en el marco de la puerta.
―Así me siento ―dije simplemente.
Escuché como se quitó los zapatos y se tumbó a mi lado metiéndose entre las sábanas.
―Ya he arreglado todos los asuntos o eso creo, tu padre me ayudó bastante.
―¿Te llena ser líder? ―dije sin meditar mucho mis palabras.
Escuché como suspiraba.
―He cortado de raíz la fabricación de droga, desterrado de la banda e incluso de la ciudad a los rebeldes que no estaban a favor de todos los cambios que he hecho, la banda se ha reducido muchísimo pero no, no me llena como le llenaba a mi padre o le llena al tuyo ―confesaba Hunter.
―He pensado en irme, no ahora, ni en un año, pero irme de la ciudad, ―dije con un hilo de voz― dejar las armas, vivir una vida normal.
―Creo que aun que dejaras las armas no serías normal Olivia, seguirías siendo tú en otro tipo de ambiente que seguramente te siente mejor.
―Esta ciudad solo me ha traído desgracias y robado gente que quería, dolor es lo que me trae recorrer cada calle de esta mísera ciudad ―suspiré.
―No me lo digas dos veces que entonces soy yo el que se va detrás ―negaba con la cabeza.
―Eres líder.
―Pero puedo delegar, a veces pienso en pasárselo a Ariel, él no quiere irse de aquí, quiere ser justo con la gente y quiere defender a aquellos que no saben o no pueden, no ha batallado diariamente como tú o como yo ―decía Hunter―. Solo que no puedo hacerlo ahora, debo ordenar las cosas para si un día llega el momento él pueda estar al mando.
―¿No te daría miedo separarte de él...? ―confesé.
―Sé que no es la misma situación que has tenido con Levi... pero sí me daría miedo porque yo me he criado con él y me cuesta creer que llegaría a tener una amistad como la de él ―dijo buscando mi mano entre la enredadera de sábanas―. Vendría a verlo o al revés, jamás lo reemplazaría, pero tenemos futuros diferentes.
―Al principio quería ser líder... estar codo a codo con Levi, conforme pasaron los años los dos empezamos a darnos cuenta de que la vida que llevábamos era cómoda en cierta forma porque nos lo habían puesto en bandeja, pero también vivíamos con el miedo a... bueno, ya sabes cómo acabó todo, llegamos a pensar a irnos a vivir al norte, a aquella ciudad un poco más grande que esta, más hogareña, con esos paisajes tan otoñales e invernales... ―dije empezando a llorar―. Pero él ya no está y yo sigo queriendo irme.
―¿Me esperarías? ―dijo Hunter.
―¿Me esperarías tú, Hunter?
―No he de dudarlo, así que sí.
―Entonces esperemos mutuamente ―contesté―. Soy consciente de que ahora parezco calmada pero que explotaré, que mañana querré disparar a todo, que lloraré, que lo pasaré mal y luego pensaré que no pasa nada, que la gente se va, pero luego volveré a pensar que Levi no está y será un bucle doloroso... He de recuperarme un mínimo para poder empezar de cero y tú tienes que mejorar esa banda.
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EL DIABLO TAMBIÉN VISTE DE SEDA || Bilogía Diablo
Science FictionEn el mundo en el que vivían, para algunos era indispensable no saber empuñar un arma. Un lugar, donde no es extraño ver peleas o escuchar disparos. Ni si quiera la policía intervenía en esos asuntos. Son dos bandas opuestas, pero a la par son igual...