Carta

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"Satoru;

No se cuantas hojas he botado a la basura o cuantos días seguiré intentando escribir lo que siento en este pedazo de papel... ya perdí la cuenta desde cuando inicio este ritual de estúpidez que siempre se repite sin siquiera pensármelo o proponérmelo.

Llegó del consultorio, boto mis llaves y demás cosas que tengo encima, me preparo algo para comer -aun cuando en realidad no como nada y termino dándoselo al perro del hermano de Mei, me dirijo al estudio y ahí tomo una carpeta y muchas hojas en blanco para escribir y escribir sin llegar a una conclusión exacta.

De cualquier manera, odio los rodeos y eso lo sabes perfectamente, así que lo dire sin pelos en la lengua: Gojo Satoru, te amo.
Te amo no como amo a Geto o como amo al pequeño Megumi o Tsumiki, porque eso es amor fraternal- incluso amor maternal o amor de hermandad.
A ti, Satoru, te amo como hombre; te amo como persona, como amigo, como maestro, como mano amiga cuando no hay nadie que me consuele, amo como me miras cuando estás cansado, amo como sonríes cuando estas feliz, amo escuchar tu respiración calmada cuando te quedabas dormido en mi departamento cuando aún era una estudiante de Medicina, amo tu voz ruidosa que anunciaba tu llegada, amo tu egocentrismo, amo tu cara de asco cuando vez vegetales, amo como peleabas con Geto cuando le robabas sus dulces de coco, amo como te volvías Mr. Hyde si de golosinas se trataba-

Dios, amo todo de ti...

Algo que siempre me dio risa fue la forma en la que me di cuenta que te amaba. Fue justo en tu boda, mientras Utahime te veía con ojos de puro amor y tu decías "acepto" mientras me dabas la espalda.
Creo que Suguru se dio cuenta de como me sentía, pues no paro de preguntarme como estaba durante toda la fiesta; unos meses después, durante un almuerzo entre él y yo, me confeso que siempre supo que sentía algo por ti y que lo puso un poco triste cuando nos hablaste sobre tu matrimonio con Utahime pues el tenía cierta "esperanza" de que tú y yo quedáramos juntos al final...

Pero no creo sentirme decepcionada o algo así, al contrario; y puedo decir alto y fuerte que estoy muy feliz por que te esté yendo bien con tu esposa.
Soy feliz de que seas feliz y quiero que siempre sientas amor y que te sientas completo.

Dejare esta carta aquí; de cualquier modo, jamás las vas a leer.

-Shoko"

Gojo bajo el papel entre sus dedos y vio la enorme caja frente a él, llena de cartas con el mismo destinatario y el mismo tipo de contenido.
Suspiró y guardo esa última carta que leería y se dispuso a seguir guardando todos esos empolvados libros en el abandonado estudio.

Shoko había muerto hacía un mes atrás por una falla cardíaca inminente. Ella siempre les tuvo confianza, por lo que cuando el abogado de la mujer los mando llamar, no les sorprendió cuando les dijo que ella los había dejando a ambos a cargo de sus cosas. Podían quedarse o donar, vender o tirar sus pertenencias; todo era de ellos.

Él suspiró mientras subía su mirada hasta Suguru, quien hizo una mueca como de sonrisa y siguió guardando aquellos premios que su amiga había recolectado por el maravilloso cerebro que poseía.
Era obvio que sabía del contenido de aquellos papeles y los sentimientos de su difunta mejor amiga.

En silencio siguieron recogiendo aquella habitación mientras las memorias de su juventud asaltaban la cabeza de Satoru.

«Iban a dar las 4 de la tarde cuando Shoko y él comenzaron a caminar con rumbo a la salida del Instituto.

—Entonces Yaga-sensei me regañó y me mando a limpiar y fregar los pisos de la sala de maestros ¿puedes creerlo?

—¿Viniendo de ti? –preguntó la chica, acomodándose su corto cabello detrás de la oreja izquierda y sonriéndole socarronamente —claro que si y no lo culpo, ¿a que chico de 16 años se le ocurre llenar de tiza el aire acondicionado del salón? Eso es de un chico de secundaria, te creía mejor en las bromas –se burló pegando su hombro al cuerpo del chico.

Hacia mucha calor aquel verano, por lo que conforme iban saliendo ambos se fueron desabotonando o quitando el sweater de encima para poder sentir la tenue brisa que les regalaba la tarde.
Ieiri se saco la mochila y se la paso a Gojo, quien ya esperaba el ligero golpe cuando vio a la castaña con intension de sacarse el sweater escolar que se había negado a quitarse durante mucho rato. Satoru no apartó la vista de los movimientos que ella hacía, sin entender el porqué. Era como ver un espectáculo de streaptease pero mejor y sin desnudos o pechos al aire ni tangas.

Era solo Shoko siendo Shoko y su sweater.

—Dame –le dijo ella mientras le quitaba la mochila y comenzaba a abrirla para poner dentro la prenda, haciendo que con los movimientos se cayera un pequeño sobre blanco.

—¿Y esto? –le preguntó picaro, buscando o destinatario —¡no me digas que es una carta de amor! ¿Estas enamorada? ¿Quién es el afortunado bastardo?

—Satoru relájate –hábilmente, Shoko le quito la carta de su mano. En silencio comenzó a reflexionar sobre algo hasta que ella sonrió y comenzó a hacerla añicos con sus pequeñas manos —no es como que él me fuera a hacer caso. Mejor dejarlo por la paz.

—¡¿Estas loca?! ¡Si es amor de verdad, hazlo saber y si él no ve que lo quieres-!

—Satoru, es que es amor de verdad y por amor –ella se acercó al bote de basura que había por ahí —es que yo no dire jamás nada...

—¡Satoru! –le gritaron a las espaldas de ambos. Era Utahime, quien caminaba directo hacia ellos —te espere en el campo de soccer ¿donde estabas?

—¡No me lo vas a creer!-

E Ieiri se quedó callada, viendo el perfil de Satoru mientras en caminaba de la mano de su novia»

—¿Satoru? –preguntó el pelinegro cuando su amigo detuvo su andar cuando descolgó el retrato de Shoko con su diploma y el título de graduada —... hay algo que Shoko me comentó hace muchos, muchos años... –el de ojos azules giró su cabeza y presto atención a su mejor amigo —me dijo "uno nunca se queda con el amor de su vida, Suguru... puedes estar con un amor, pero ¿acabar con quien verdaderamente crees que es el amor de tu vida?... jamás" –sonrió, bajando la mirada y continuando con su tarea.

Gojo bajo la cabeza.

Ojalá él la hubiera amado de la forma en la que a ella le hubiera gustado. Ojalá hubiera estado más tiempo con ella. Ojalá no hubiera muerto...

oneshots satosho #2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora