13.

133 0 0
                                    

Estar en la prepa era estresante, y más cuando no tienes a tu pareja a tu lado.

—Joven Jeon, ¿Está poniendo atención?

—¿Ah? Sí, sí, señora Lee.

—Bien, díganos a todos, ¿Hace cuántos años a iniciado la ciencia moderna?

—Oh, sí. Eso...

JiSug me susurró un "hace más de cuatrocientos años".

—Hace más de cuatrocientos años, señora Lee.

—Bien, joven Jeon. Cómo decía, la civilización se ha modificado constantemente a un ritmo sin precedentes; todo esté desarrollo no ha sido producto de casualidad, ya que mediante la ciencia se consolida una forma de explorar y comprender al entorno impulsando, a su vez, la tecnología que transforma la vida humana, en la mayoría de los casos para bien, pues mejora de manera notable nuestra calidad de vida. Gracias a ello, la esperanza de vida aumento de treinta años, en la Edad Media, a más de setenta, en el siglo XXI.

—Señora Lee.

—Dígame, joven Park.

—¿Dejara tarea de está materia?

—No tenía pensado dejarles tarea en realidad, pero tanto insiste, harán un proyecto en parejas. Este tratara en hacer un mural sobre la tecnología, no quiero información de cualquier sitio web, quiero enlaces donde afirmen que son reales.

—¡Escojo a Jungkook!

—¿Quién dijo que ustedes las elegirían? Seré yo quién elija las pareja.

Decía la señora Lee. Dios, me hartan los proyectos en parejas. O tendría que salir, o llevar a mi departamento a una desconocida.

—Joven Jeon con la señora Park.

Ambos nos quedamos viendo, no me caía bien, realmente nadie me caía bien, pero ella me acosa.

—¡Bien! Cierren la boca. Salgan, nos vemos hasta la próxima semana.

—Hasta mañana.

—Sí, sí. Salgan.

Esa vieja, aunque la traten con amabilidad siempre es grosera.

Salí en busca de Tae pero alguien tomo mi mano. Cuando ya estaba en el pasillo.

—Jungkook, ¿Dónde haremos el proyecto?

—Park...

—Dime Ji Yeon. Deja el Park, por favor.

—Está bien. Ji Yeon, ¿Podrás ir a mi departamento?

—Oh, sí. Claro.

—Bien, hoy a las cuatro de la tarde.

—Sí, Jungkook. Nos vemos.

—Sí, claro.

La vi irse, y perderse entre la multitud de personas que querían ir a comer.

Me quedé afuera del salón de Tae, esperándolo, recargado en la pared.

—¡Ándale! Di que sí, Tae.

Escuché que alguien le rogaba a Tae paga quién sabe qué.

—No, ya te lo dije, Kang.

—¡Por favor!

—No, y dame permiso. Voy por mi novio.

—Por favor.

—¡N...!

Apenas iba a reclamar, vi como el tipo ese lo besó, ¡Lo beso el hijo de puta! 

—¡Oye, tú!

—Oh, oh.

Dijo Tae.

Love For Health. KookTae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora