*My Soldier*

5.:Cuéntale:.

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Se mantuvo por dos días solo en su habitación, sin hablar ni ver a alguien, volver a esa casa no hacía más que traerle recuerdos tristes, en especial aquel cuando se entregó por amor, por momentos se preguntaba qué sería de la vida de quien tenía su corazón, que estará haciendo o si aun pensaría en él.

-No seas tonto Jimin - se dijo a sí mismo mirando por la ventana- ya debe de tener una linda familia como siempre quiso-recordando aquellas charlas que solían tener, donde planeaban el futuro- Yoongi ...- suspiro cerrando los ojos porque ya picaban, lloraría otra vez, sintió los suaves golpean en la puerta y se volvió bolita.

-Permiso Jimin - a Hwasa le dolía ver a su hijo así, triste, apagado, sabiendo mejor que nadie que eso era su culpa- cómo estás?-

-Déjame solo por favor -

-Hijo...-

-Ahora soy hijo? - la miró de forma dura, que su vida fuera un infierno era solo culpa de esas dos personas que ahora se comportan como si nada pasara, como si no lo hubieran vendido- ahora si soy tu hijo?-

-Jimin sé que ...-

-No Hwasa, tú no sabes nada por qué me tratas como si sintieras preocupación por mí, si cuando más te pedí tu apoyo me diste la espalda- temblaba y mordía su labio con insistencia- me separaron de quien más he amado solo por dinero y ahora qué? Me dirán que sienten culpa y por eso se portan como padres amorosos? - la mujer bajó la cabeza- pues que crees, ya es muy tarde para sentirla porque mi vida ya se arruinó, nada me devolverá estos años que he perdido y los que perderé nadie me devolverá la vida que pude tener, al hombre que ...- supo - a quien...-

-Te lastimamos lo sé, y si tienes razón nada ni nadie te regresará estos años, ni todo lo que has vivido y sufrido, y fue nuestra culpa, lo sabemos, creímos que hacíamos las cosas bien que eso sería lo mejor para ti, Nam parecía un hombre bueno que cuidaría de ti como nosotros sabemos mereces y en serio amor que darnos cuenta de que no es así no ha dolido más de lo que puedas imaginar -mirando aquel golpe en la mejilla de su hijo-no te pediré que me perdones porque eso sería muy cruel de mi parte, pero si te pediré que me dejes ayudarte ahora, que este tiempo me permita darte esos consejos que por tonta me negué a darte, yo- sollozando - yo creí que estarías bien que él cuidaría de mi Jiminie - bajando la mirada- pero ahora veo que no es así ...-

-Tarde, se dieron cuenta, porque ahora ni la muerte puede salvarme del demonio que ustedes escogieron para mí- se levantó y salió de la habitación dejando a la mujer con la pena, no podía culparlo, estaba en su derecho de odiarla por todo, lo alejaron de su amor, lo casaron con quien no conocían y ahora debían hacer méritos para que tan solo él volviera a hablarles.

Bajo las escaleras y salió por la puerta, sin un rumbo fijo, solo quería alejarse de todos, de ellos, quería que el dolor en su pecho y corazón cesara porque era el que más le afectaba, el dolor de pensar en la vida que pudo tener, dolor por ese amor que jamás termino, la promesa que aún mantenía porque a pesar de todo él aún lo esperaba, cada día soñaba con verlo entrar por la puerta y pedirle vivir con él, sabiendo muy bien que eso jamás ocurrirá, sus pies lo llevaron a aquel lugar donde solía verse con Yoongi por las tardes después de la escuela, donde podían estar horas bajo aquel árbol hablando de todo y a la vez de nada, miro alrededor notando como todo estaba distinto, pero a la vez igual, los árboles eran más grandes, había más flores.

Estuvo en aquel lugar hasta que el sol se perdió tras los pequeños edificios, se levantó y miró el árbol por última vez, sonriendo, secó su rostro y se colocó los lentes otra vez, comenzó a caminar de regreso, sintiendo el frío en sus brazos, ya que solo tenía una playera, se abrazó buscando algo de calor vio la luz aquella cambiar a verde y se detuvo, la gente pasaba por su lado, pero él estaba solo ahí parado en el límite entre la acera y la calle, cuando el sonido del cambio de luz comenzó a sonar sonrió nostálgico, levantó la vista y vio la luz ponerse en rojo para peatones, pero verde para los vehículos, vio pasar los primeros que iban más despacio, tomó un gran respiro y cerró los ojos.

-Tal vez en la próxima, si pueda cumplir nuestra promesa- dijo despacio, abrió los ojos y se echó a correr en medio de la calle, quedándose justo donde venía un camión pequeño, el chófer tocó la bocina, pero Jimin no se movió, aquel hombre piso fuerte el freno, el golpe sería inminente, Jimin volvió a cerrar los ojos y soltó el aire de sus pulmones cuando sintió aquel tirón en su cintura y luego un golpe contra algo suave, alguien lo había ayudado.

-Qué mierda te pasa como se te ocurre hacer algo así!?-grito desesperado, quien lo había salvado de morir atropellado- no sé que problemas tengas amigo, pero estoy seguro, tienen otra solución que está!- buscó con la vista a quien se había arriesgado su vida para salvar la suya encontrando a un joven - estás bien?-

-Por qué hiciste eso...-

-Por qué nadie merece un final así, no sé que líos, tengas, pero en serio no puede ser tan malo para querer morir- Jimin sonrió con burla-te duele algo?-lo vio negar con la caída, había perdido los lentes dejando a la vista sus azulinos ojos, uno aún algo morado y aquel golpe en su pómulo- te golpeaste - acariciando su mejilla.

-Estoy bien, tranquilo...- solo en ese punto jimin noto la posición que estaban, él encima del joven aquel.

-Choi Soobin - sonrió haciendo sonreír a Jimin.

-Kim Ji...-

-Hijo!- Hwasa y Jay aparecieron cortando al menor, quien solo bajó la vista al verlos- estás bien que paso!?-Soobin solo miraba la pena en esos hermosos ojos azules, el joven aquel se le hacía familiar, pero con todo el caos no podía recordar de dónde, y con la llegada de los padres de Jimin este ya no pudo decirle su nombre, los mayores le agradecieron la ayuda y seguido se lo llevaron de regreso a casa.

Soobin los vio caminar hasta subir a un lujoso auto, cuando el vehículo dio marcha su cerebro encontró aquel rostro en sus recuerdos.

-Jimin...- era el mismo chico de la foto que su amigo y ahora socio guardaba celosamente, ahora venía el debate mental, le contaba a Yoongi que había visto a su amor de infancia tratando de suicidarse o mejor callaba? Sin duda la respuesta era difícil y clara a la vez, Yoongi al fin había superado aquel dolor, nada ganaba con volver a abrir esa herida, así que con eso en mente decidió solo callar- es lo mejor - se dijo para sí.

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