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Le tocó abrir el local solo, ya que Soobin se había atrasado un poco, motivó, su alarma no sonó, así que se quedó dormido, quitó los candados y estaba batallando con la cortina metálica cuando aquel joven apareció.
-¿Necesita ayuda, vecino?- dijo alegre haciendo sonreír a Yoongi.
-La verdad si, esto se traba y solo no puedo- coqueto - cómo estás hoy?-
-Bien, cansado porque ya es mitad de semana, pero bien y tú- se ganó a su lado y entre los dos levantaron la pesada cortina.
-También algo cansado, pero bien- Taehyung era quien vendía flores en el local de enfrente, amable y alegre y para qué negarlo guapo, tenía esa peculiaridad de hacerlo reír con cosas simples.
-¿Y Soobin?-
-Se quedó dormido, así que llegará un poco más tarde-se había propuesto invitarlo a salir, ya no podía seguir llorándole a un recuerdo, tenía que vivir- Tú tienes, no sé, planes para este fin de semana?-el menor sonrió, desde que lo vio llegar a alquilar el local que había puesto sus ojos en Yoongi, y que ahora estuviera preguntando aquello le dejaba en claro que él también estaba interesado en él.
-Mmm...- lo vio pucherear y el recuerdo de Jimin haciendo ese gesto llegó de golpe a su mente, mojo sus labios y paseo su vista por el lugar, simples cosas lo traían de regreso, fijó su vista en un punto donde alguien parecía mirarlo con insistencia, iba a mirar hacia otro lado, pero quien estaba al lado de aquel llamo más su atención, y esa era la señora Park, misma que estaba tratando de hacer reaccionar a quién estaba su lado- la verdad no, porque, alguna sugerencia?-lo vio mirando un punto fijo - que pasa lo conoce?-
Pasó saliva y cuando aquel joven mordió su labio, su corazón golpeteo con fuerza, abrió sus ojos y la angustia se agolpó de golpe en su pecho.
Mientras Hwasa trataba por todos los medios sacar a Jimin de ahí, sabía lo mucho que el recuerdo de aquel hombre le hacía a su hijo, y ahora verlo solo lo pondría peor.
-Por favor hijo, vamos-quería, pero sus pies no se movían, vio en cámara lenta como el chico aquel tocaba la mejilla de Yoongi y fue que comprendió que ya no había nada para él, se quitó los lentes y al fin los azules se encontraron con los marrones, mismos que casi se salieron de sus cuencas- Jimin - vio esas lágrimas bajar y esa triste sonrisa surcar sus labios.
-Jimin...- dijo en un susurro, Tae lo miro y luego al chico, aquel que parecía largarse a llorar en cualquier momento.
-Yoonie- susurro, bajo la mirada y al fin sus pies respondieron, se giró para mirar a su madre que tomó su mano con fuerza, sabía que si lo soltaba lo perdería para siempre, camino lento hasta la salida de la galería donde ya sin poder más se dejó caer de rodillas, si antes sentía que la vida no tenía sentido ahora ya simplemente no tenía nada, respirar era una tortura, oír a su corazón latir era un dolor que no estaba dispuesto a soportar.
-Hijo no...- lo vio destruido- amor no, te rindas, no es el fin del mundo-
-No hay nada para mí, ya no queda nada Hwasa y lo que queda no lo quiero, ya no quiero...-
-Hijo...-
-Jimin!!- giró su cabeza y cuerpo de forma lenta, viéndolo a solo pasos de él, con los ojos cargados en lágrimas y de muchas preguntas.
-Yoonie- dijo entre llanto sintiendo como la vida se le escapaba, pero al menos lo había podido ver una última vez, Min miro a la mujer junto a Jimin quien tenía se mantenía cabeza gacha- cómo estás?- limpió su cara y trató de ponerse de pie, pero las fuerzas parecían no volver a sus piernas, Hwasa le ayudó como pudo.
-Bien y tú?-lo miro de pies a cabeza, estaba muy delgado, ojeroso, sus labios resecos, sus ojos sin vida, y esa marca de golpe en su pómulo y ojo, apretó los puños.
–He estado mejor-
-Tenemos que irnos Jimin- dijo Hwasa.
-Si - sorbió su nariz.
-Linda sortija- mirando aquel anillo en su dedo anular, símbolo del infierno que era su vida, lo toco y giro en su dedo- felicidades por tu matrimonio, espero sea como siempre quisiste- molesto, lo vio morder su labio y aguantar el llanto.
-Gra... Gracias- sentía un nudo en la garganta.
-Vamos- Hwasa lo tomó del brazo y comenzó a tirarlo para que este caminara.
-Un gusto verte Yoongi- su barbilla temblaba.
-Lástima que no puedo decir lo mismo- vio las lágrimas caer desde sus ojos, lo había herido.
-Adiós- lo vio irse junto con su madre y cruzar la calle, pasando por el lado de Soobin quien lo miró asombrado.
-¿Ese no era tú?- asintió - se ve peor que el otro día- Yoongi lo miro.
-Qué otro día?-Soobin se golpeó mentalmente- Soobin!?-
-Te acuerdas que ayer te quería contar algo, pero justo te llamaron- lo vio asentir - pues ante noche cuando iba para mi casa lo vi parado en un semáforo, se notaba algo disperso, triste y bueno él ...-
-Qué?-
-Él se, se tiró al tráfico - Yoongi abrió los ojos y su mente comenzó a atar los pocos puntos que por ahora tenía- no sé que líos tenga, pero tu ex se quiso suicidxr, esa mujer que va con él apareció y se lo llevó, pero iba mal aunque ahora se ve más mal - volvió a fijar la vista en él, viendo que estaban llegando al auto, sus pies se movieron solos- hey! Min dónde vas, Yoongi!!-Corrió para poder llegar antes que se fueran, no tenía que ser muy listo para entender lo que pasaba, aquellos golpes, y esa pena en sus ojos que parecía que apretaban su alma, sus lágrimas.
-Jimin!!- cuando el menor escuchó su nombre abrió la puerta y bajó rápido antes que su madre diera marcha al auto.
-Hijo entra al auto!-lo vio correr para llegar junto a él- Jimin ven acá!!- pero la ignoro ya no podía aguantar más, camino los pasos que faltaban para al fin estar entre los brazos de su único amor, ese que lo apretaba contra su cuerpo dándole aquel consuelo que tanta falta le hacía- Jimin...- susurro ni así lo amenazara lo sacaría de donde estaba así que lo mejor sería esperar.
Si después de ese abrazo la muerte venía por él, se iría feliz, porque al menos había pedido verlo y sentir aquel calor que tanto extraño una última vez.
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*My Soldier*
أدب الهواةSe conocieron siendo niños y desde el primer momento se quisieron más que solo como amigos, al crecer se declararon su amor incondicionalmente, jurando estar juntos toda la vida. Al padre de Jimin jamás le agrado Yoongi, sentía que el joven aquel er...